LEER: Desde los que hacemos posible Todos los Nombres de Porcuna, quisiéramos pedir disculpas a todas aquellas personas que se han puesto en contacto con nosotros a través de e-mail o facebook solicitando información sobre sus familiares, y que a día de hoy no les hemos contestado. Creo que son unas 25 peticiones las que tenemos sin atender, pero es que los medios de los que disponemos son escasos y el trabajo se nos acumula.

Gracias por vuestra paciencia, y esperemos contestar a vuestras peticiones lo antes posible.


- El monumento a la intolerancia y al fascismo se renueva en Porcuna (Jaén)
- El monumento a los "Caídos" sufre una gamberrada.
- Por la retirada de nombres y símbolos franquistas de Porcuna.
- Calles relacionadas con el franquismo y su exaltación en Porcuna
- La peculiar memoria histórica en Porcuna.

jueves, 30 de junio de 2011

Represaliado de Porcuna en todoslombres.org

REPRESALIADOS DE PORCUNA (JAÉN) EN LA BASE DE DATOS DE WWW.TODOSLOSNOMBRES.ORG



La  ASOCIACIÓN ANDALUZA MEMORIA HISTÓRICA Y JUSTICIA y la CONFEDERACIÓN GENERAL DEL TRABAJO DE ANDALUCÍA, ha incorporado a la base de datos de Todos (…) los Nombres_ una relación de 147 nombres de vecinos y vecinas de la localidad de Porcuna (Jaén), que fueron sometidos a consejos de guerra; también se han completado los registros de otras 94 personas de la misma localidad que ya se encontraban en la base de datos por haber sufrido otra modalidad de represión (asesinados, encarcelados, depurados o deportados a los campos nazis). La información nos ha sido suministrada por el Grupo de Trabajo ‘Todos los nombres de Porcuna’.

Desde Porcuna le agradecemos su colaboración, asesoramiento y difusión de nuestro humilde proyecto local.

sábado, 25 de junio de 2011

ANA MONTILLA CAÑAS, La Nena.

ANA MONTILLA CAÑAS
“La Nena”.

Ana Montilla Cañas fue una de esas jóvenes que vivió con rebeldía su tiempo. Entonces, al contrario que hoy, no era fácil ser rebelde, mujer y joven promesa. Ana contaba con 21 años cuando se produce el nefasto golpe de estado cívico-militar del laureado 18 de julio de 1936. Influenciada por sus hermanos, Antonio y Fernando, jornaleros y “metidos en política” desde mucho antes, nuestra joven protagonista de hoy, ya se hacía ver por la Casa del Pueblo con anterioridad al pronunciamiento militar, afiliándose desde su fusión a las Juventudes Socialistas Unificadas. Populoso tuvo que ser el 1º de mayo de 1936 en Porcuna, cuando a la mayoría de nuestros represaliados se les acusa de “abanderar manifestaciones” de carácter reivindicativo. Al igual que la palabra “rojo” fue eliminada del diccionario franquista, siendo sustituida por “colorao”; el régimen, siempre torticero, inventivo, y porqué no, siempre orweliano, también borró de la memoria la fiesta más aclamada por la prole, el 1º de mayo, que si bien hoy es una pantomima de los sindicatos de clase, otrora lo fue de elementales instintos de supervivencia: trabajo y pan. Al margen de las huelgas y manifestaciones del “bienio bolchevique” en Porcuna; la nueva clase franquista aún tenía muy “fresca” en su memoria las manifestaciones y huelgas de 1934 y 1936. No es extraño, por ende, que utilizasen el simplismo y el sofisma a la hora de acusar y condenar a los más desdichados.

Casa del Pueblo. 1937
Parroquia de la Asunción, convertida en Casa del Pueblo. 1937.

Entre estos cientos de acusados se encontraba Ana Montilla Cañas, conocida como la “Nena”, joven de poca estatura (normal para su época), de pelo rubio (impropio del terruño del sur); ojos pardos y de ideas claras. No fue difícil en su época “abanderar manifestaciones”, ir en cabeza de las mismas, al igual que cientos de mujeres que acaban de conseguir el voto en las elecciones de 1933. No fue difícil pedir un jornal justo y un equitativo reparto de la tierra. Sí, reparto de la tierra, porque el terruño, pese a que muchos investigadores locales les de por reiterarnos cada vez que tienen la ocasión que la “tierra en Porcuna estaba muy repartida”, y “que aquí no había grandes latifundios”, lo cierto es que esos argumentos enmohecidos del posfranquismo, del martilogio facilón, no nos sirven para explicar las grandes desigualdades imperantes en la sociedad porcunense de la primera mitad del siglo XX.

Ana Montilla fue detenida el 2 de junio de 1939. Fue una detención tardía – la gran mayoría de las mismas se producen entre abril y mayo de ese año- lo cual no deja de ser curioso a los ojos de la investigación, pues casi todos los detenidos con posterioridad a junio estaban ya en Porcuna desde hacía dos meses, o engrosando las cárceles de Jaén o Córdoba. La delación contra Ana responde, por su tardía detención, a una venganza personal contra ella o contra alguno de sus hermanos que en esos momentos ya estaban presos. Decimos venganza personal porque el denunciante es la primera que lo hace, o por lo menos, la primera vez que constatamos su nombre en alguno de los cientos de expedientes consultados por nosotros. Sí, así debió ser, cuano Juan Díaz Peláez, cabrero, denunció ante el todopoderoso Víctor Funes Pineda a nuestra protagonista. Nuestro cabrero dice de ella “que antes del Movimiento pertenecía a las Juventudes Socialistas y en las elecciones de 1936 robaba votos haciéndose pasar por quien no era, gran propagandista, abanderada de la Casa del Pueblo y dirigente de la misma. Al surgir el Movimiento se destacó por su propaganda contra las personas de orden, pidiendo a voces la muerte de las personas de derechas; intervino activamente y como dirigente en la quema y destrucción de imágenes; miliciana con uniforme y pistola, pidiendo para el Socorro Rojo Internacinonal” (nada nuevo, es la misma cantinela de siempre). Descansando se quedó nuestro cabrero, que iletrado él, fue ayudado con vehemencia por el Sr. Funes y su secretario, Sr. Barrionuevo. Llama la atención que Ana no fuese interrogada directamente tras la denuncia, aunque sabemos que estaba ya detenida, ingresando en el depósito municipal después, como certifica el Secretario de Falange, Enrique Barrionuevo. No sería de extrañar que Ana hubiese sido torturada previamente, vejada y sabes Dios, qué cosas más tuvo que soportar.

El 9 de agosto el juez instructor le abre las diligencias previas. Benito Garrido Palacios dice de ella que pertenecía a las JSU, fue miliciana con mono y pistola, y pidió dinero para el Socorro Rojo. Era 19 de agosto de 1939. El Sargento de la Guardia Civil, Juan Rodríguez Rodríguez, tristemente recordado por varios de nuestros entrevistados por su crueldad, dice lo mismo ese mismo día. Javier Morente, de FET, dice lo mismo el 21 de agosto. El cura, nada dice, siendo inusual que no pararezca su declaración.

Los anteriores proponen a varios testigos de acusación. Los designados lo son por azar, no importa demasiado que hayan o no visto a la acusada. Las puertas del local de Falange, el Ayuntamiento y la Guardia Civil, estaba siempre a rebosar de estómagos agradecidos que querían hacer méritos en el nuevo régimen. Así, los testigos, que de imparciales tienen poco o nada, son elegidos entre los nuevos empleados públicos colocados por la gestora. Testifican en contra de Ana, José Moreno Vallejos, cabo de la guardia municipal y Valeriano Párraga, guardia muncipal; amén del propio Juan Díaz Peláez. Todos dicen lo mismo, que “era abanderada en todas las manifestaciones políticas”.

El auditor de Guerra Francisco Bohórquez Vecina. 
Por fin, Ana Montilla Cañas es interrogada por primera vez el 13 de abril de 1940, casi un año después de ser detenida. Dice tener 25 años, soltera, hija de Antonio y de María, con domicilio en calle Benito Garrido nº 25. Dice que con anterioridad al Moviemiento perteneció a las JSU, perteneció a la Casa del Pueblo, iba a manifestaciones, y no prestó servicios para el Frente Popular. Se marchó a Torredelcampo donde le sorprendió el final de la guerra. Ana fue de nuevo interrogada en Jaén el 17 de abril de 1940, negando todos los cargos que se le imputan, pero afirmando con decisión y coraje inusual que sí participó en manifestaciones y que frecuentaba la Casa del Pueblo. De su conducta depusieron Ana "La Bonica" y Juan Andrés "Guitarra". Juan Andrés Casado dice que era de izquierdas y encabezaba todas las manifestaciones. Ana Montilla Moreno dice que era de la Casa del Pueblo e iba a las manifestaciones. Ninguno de los dos dijo nada que Ana no hubiese ya declarado.

Parece que estuvo en Porcuna hasta su auto resumen que tiene fecha de 4 de mayo de 1940, siendo trasladada con posteriodad a Jaén. El 7 de junio, reunido el Consejo de Guerra, presidido por Fernando Hueso Rubio, fue condenada a 6 años y un día por un delito de excitación a la rebelión militar, que fue ratificado por el Auditor de Guerra de Córdoba el 9 de julio de 1940. En agosto de 1940 se encontraba en la cárcel habilitada de Santa Clara, desconciendo, por el momento la fecha de salida de la cárcel.

Su hermano, Antonio, con 37 años, fue condenado a 18 años de prisión, pasando por las cárceles de Jaén y Sevilla entre otras. Peor suerte corrió su hermano Fernando, condenado a muerte con 29 años de edad, siendo ajusticiado en Jaén el 4 de julio de 1941.

De nuevo, una familia marcada por la tragedia; de nuevo un luto completo para una madre y un botón de abrigo forrado de tela negra en el ojal de la solapa para su padre. De nuevo, dos hijos en la cárcel por cometer el mismo delito: haber perdido la guerra.

Fuentes:

Expediente Sumarísimo de Urgencia contra Ana Montilla Cañas. Archivo Militar Segundo de Sevilla. Número 410, legajo 81; nº 3270.

ICAS-SAHP, Fototeca Municipal de Sevilla. Archivo Serrano.

jueves, 23 de junio de 2011

ANTONIO BAUDET CASADO y EULOGIO BAUDET COBO

 RESPUESTA AL MENSAJE DE MAITE:
 
Buenas Noches, los nombres de mi abuelo y padre aparecen en las listas, Antonio Baudet Casado y Eulogio Baudet Cobo,nadie sabe lo que he sentido,mi padre murió sin saber donde asesinaron a su padre, hoy su hija ya lo sabe, no se como daros las gracias, no conozco Porcuna, pero ahora voy a ir, el ver los nombres de seres tan queridos me ha hecho remover mis raices. 
 
Buenas noches Maite. Si quieres alguna información más sobre Baudet Casado y Baudet Cobo, puedes ponerte en contacto por e-mail con nosotros. Tenemos los expedientes de responsabilidades políticas, partidas de nacimiento, defunción, ... Sobre tu padre, Baudet Cobo, sabemos que fue condenado a cadena perpetua, pero muy seguramente se le conmutaría por 30 años. Los presos condenados a cadena perpetua eran normalmente enviados a campos de trabajos forzados, muchos de ellos a Casaio, a las minas del wolframio. Fueron utilizados como esclavos al más puro estilo hitleriano. Una vergüenza es todavía que haya defensores del régimen franquista y digan, sin ruborizarse, que los juicios fueron justos.

Antonio Baudet Casado fue fusilado en el cementerio de Córdoba el 11 de febrero de 1937.
Eulogio Baudet Cobo "Caroles", fue condenado a cadena perpetua.


Nuestro e-mail es: nombresporcuna@gmail.com

Gracias por tu información. 

jueves, 16 de junio de 2011

Comenta la Foto: "prohombres de Porcuna"

Abrimos un nuevo espacio que esperamos sea de utilidad para todos. Lo hemos titulado "Comenta la Foto", y principalmente lo que se pretende es reconstruir, en la medida de lo posible, alguno de los acontecemientos más destacados de nuestra Historia.

Hoy, por ejemplo, traemos esta foto hecha en el Ayuntamiento de Porcuna, con posterioridad a 1940. En ella aparecen un grupo de "prohombres" del momento. ¿Sabrías decirnos sus nombres y aquellos detalles que consideres oportunos?. Si lo prefieres también puedes enviarnos un e-mail a nombresporcuna@gmail.com.



Ayuntamiento de Porcuna. "Prohombres de Porcuna"

Reproducimos y agradecemos sinceramente a ARQUIPO su contribución sobre la foto, que reproducimos textualmente:
La imagen es de ca. 1955-1958 y tuvo que ser de alguna fiesta o acto público, probablemente religiosa de primavera o verano, puede que de Alharilla, en ella se hicieron una foto de grupo en el patio de cristales del Ayuntamiento. Evidentemente hay muchas personas y personajes directos de la posguerra y el franquismo en Porcuna que tuvieron un papel relevante en aquellos años en muchos sentidos, algunos tuvieron papeles oscuros al final de la guerra y en la posguerra y otros brillantes. Pero a la altura de la foto las situaciones penosas en el pueblo habían pasado en gran medida. Además aunque todos los que aparecen son en su mayor parte la "buena sociedad" y autoridades de la época y concretamente la mayoría eran concejales del último ayuntamiento de don Benito Garrido Palacios, muchos de ellos no tuvieron nada que ver en el golpe de estado de julio de 1936, en el bando sublevado franquista o "movimiento nacional", ni con la represión política y social de la guerra o de posguerra.

No sé con que sentido la usáis en un blog sobre la memoria republicana, porque la foto es bastante tardía como documento de la guerra o la posguerra, aunque es cierto que hay algún protagonista de esas tristes épocas e incluso no se si su publicación tiene algún afán acusatorio en cuyo caso creo que hacéis poca justicia con mucha gente que aparece en la foto que nada tuvo que ver con la represión e incluso os diré que hay algunos republicanos, que combatieron por la República, algún anarquista y también un sargento del Ejército Popular de la República, los cuales luego cambiaron sus ideas o las silenciaron.

Sobre esa foto y otras nos han pedido información por otros canales desde vuestro grupo, pero vista esta iniciativa virtual ya suponemos que no la necesitaréis. Por si os sirve os diré que los conocemos a todos, salvo al nº 15 que por salir parcialmente no podemos daros una identificación clara, también que hay gente muy variopinta e incluso algunos que en la guerra eran niños pequeños (nº. 1 y 21).

Por si os sirve de algo os identificamos y filiamos política y socialmente a los más destacados, son:

1 ) Ramón Torres Sebastián
2 ) Matías Ruano Ortega, Guardia Municipal
3 ) Manuel Ruiz de Adana "Cuelloduro"
4 ) Manuel Millán "Raspavelas"
5 ) Rafael Bellido "Mantellino"
6 ) Pablo Garrido Talavera "El Bolo"
7 ) Antonio Barranco Cobo
8 ) Salvador Gallo Garrido-Espiga
9 ) Luis Torres Torres
10) Juan Pulido Orozco
11) Rafael García Gutiérrez "Piojito" , cura
12) Antonio Maria Perez Bellido, hijo del "Sordo Pérez"
13) Manuel Peña Alcalá "Peñica"
14) Eugenio Heredia Herrera "Virón", Comisario de Policía del Aeropuerto de Sevilla
15) ---
16) Sebastián Pérez Bellido, Jefe Local del Movimiento Nacional y abogado
17) Rafael Vallejos Barranco, Cura párroco
18) Benito Garrido Palacios, Alcalde
19) Juan Antonio Fernández Pérez "Fernán-Perez", Médico jubilado de Madrid.
20) José María Damas Hernández, Médico
21) Benito Garrido Jurado, hijo del nº 18.

En fin, son gente variopinta como dije de la "buena sociedad" y el ayuntamiento representativos de ese momento histórico, que individualmente cada uno tiene su historia, con luces y sombras, pero que como grupo concreto en la foto creo que no representan nada más allá de lo que os he dicho.

Siento no haber respondido antes pero perdí el primer archivo informático de este documento y he tardado en responder por ello, pese a que algunas personas me han hecho comentarios al respecto de la fotografía.

Fernando-E. Salas Herrera
ARQVIPO
(Grupo de Arqueólogos e Investigadores
de la Historia de Porcuna)

martes, 7 de junio de 2011

Isidro Valdivia Sánchez


ISIDRO VALDIVIA SÁNCHEZ,  
 “Valdivia el Camarero”.

El primero de abril de 1939 volvía Isidro Valdivia Sánchez de Jaén a su pueblo natal, Porcuna. Venía con lo puesto, un hatillo al hombro y una guerrera deshilachada otrora perteneciente a un batallón de obras y fortificaciones número 19 de Jaén. En él ingresó el uno de julio de 1937, tras abandonar su casa por miedo a los bombardeos franquistas. En él, y en la capital, pasó el transcurso de la guerra ejerciendo su profesión como carpintero.

Prisión provincial de Jaén poco antes de su derribo

No sabemos si le dio tiempo a ver a su familia o a buscarla. Estaba casado, aunque desconocemos por el momento a su esposa,  y era hijo de Francisco y de Carmen. Este hombre de 42 años de edad fue detenido ese mismo día por elementos de la Falange local, quizás en su propia casa en la calle Velarde nº 1.

No corrían buenos tiempos. Los días postreros al final de la guerra desataron entre los vencedores una especie de paranoia colectiva de odios y venganzas personales. Francisco volvió sin miedo, no tenía en su haber ningún delito digno de mención salvo el haber hecho refugios antiaéreos y otros trabajos de protección a la población civil jiennense. No lo pensaron así los que lo detuvieron. Quién sabe, quizás tenían alguna deuda pendiente con este hombre cuarentón que militó en Falange Española desde mayo de 1934 hasta julio de 1936. ¡Curioso, ¿no?!. Creemos que no. La verdad sea dicha fue muy frecuente, demasiado frecuente, que los comunistas se pasaran a la Falange o la CEDA; y éstos últimos a los grupos de izquierdas más “revolucionarios”, sobre todo los jóvenes, que engrosaron con creces las Juventudes Socialistas Unificadas, amalgama de comunistas y socialistas. Pues eso, que en julio de 1936 Isidro Valdivia Sánchez, apodado “Valdivia el Camarero” (quizás por su profesión, aparte de las carpintería) dejó Falange de Porcuna, y algunos antiguos compañeros parace que no le perdonaron la “traición”. Fue detenido, y como en Porcuna por esa fechas aún no había un “orden carcelario” creado, lo trasladaron de inmediato a la prisión provincial. Una vez allí, digámoslo de forma cinematrográfica, cerraron las puertas y tiraron la llave. ¿Cuál fue la causa o el delito de su detención?. No lo sabemos, pero todo apunta a las rencillas personales con sus antiguos camaradas de partido.

Isidro pasó siete meses en la cárcel de Jaén antes de ver al juez instructor de su causa. No era un juez como lo entendemos hoy en día, era un juez de horca y cuchillo, era el capitán Miguel Cruz Cuenca, que de conocimientos jurídicos no tenía ninguno, salvo la aplicación del código militar. El oficialato de posguerra estaba ocioso y como las cárceles de Jaén estaban a rebosar de “rojos” y “no tan rojos”, los jueces instructores fueron elegidos entre estos oficiales de bajo rango, que a su vez eran juez y parte, y para que no quedase duda de su coraje, tesón, y amor a la Patria (con mayúscula, claro está), también dirigían en sus horas extraordinarias los piquetes de ejecución en el cementerio de San Eufrasio. Fue este capitán el que comenzó las diligencias sobre Isidro, y el que pidió los correspondientes informes a las autoridades locales de Porcuna; acusando a nuestro soldado de “obras y fortificaciones” de un delito de rebelión militar.

 El alférez veinteañero Jose Escobedo Ruiz

El 7 de octubre es interrogado y al margen de su lugar de nacimiento y filiación personal, dice ante las preguntas del juez:

Perteneció a Falange Española desde mayo 1934 hasta julio de 1936, no habiendo pertenecido a ningún sindicato.

No ha desempeñado ningún cargo de carácter público.

Que ha ingresado en el Ejército Rojo, Batallón de Obras y Fortificaciones nº 19 como voluntario el 1 de julio de 1937, habiendo sido cabo, siempre en Jaén.

No ha intervenido en actos de propaganda política o social, ni tomado parte en huelgas ni actos revolucionarios.

Que no ha tomado parte en robos, saqueos, detenciones, malos tratos o asesinatos.

De su conductan pueden deponer Pedro Herrera Corpas y José Herrero Torres, concejal derechista en 1934 y 1936.

Que fue detenido el 1 de abril de 1939 por elementos de Falange de Porcuna, pero que desconoce  la causa de la detención.

A partir del 7 de octubre de 1939 comienzan a llegar al juzgado de instrucción militar los informes solicitados por el juez de Porcuna; informes, por otro lado, escuetos, lacónicos, poco menos de una cuartilla de papel, porque ante todo, se pide brevedad y concisión. Reproducimos a continuación lo más destacable de los informes:

7-10-39. La Guardia Civil de Porcuna dice que pertenecía a los partidos de derechas. Al surgir el Movimiento fue enviado por el Frente Popular, por su oficio de carpintero, a destruir el órgano de la iglesia parroquial y los retablos del convento de las monjas.

8-10-39.- El párroco, Ramón Anguita, dice que venía de partidos de derechas, luego se hizo de izquierdas haciendo mucha propaganda a favor de los socialistas; tomó parte en la destrucción del órgano de la iglesia parroquial y de los retablos de la misma

13-10-39. El alcalde, Benito Garrido Palacios, dice lo mismo que el párroco, apuntando que  fue uno de los jefes de la colectividad de zapateros (sic).

25-10-39. Miguel Osuna Luque, testigo de sobrada confianza,  dice que pertenecía a la Casa del Pueblo, y que se hizo miliciano voluntario, tomando parte en la destrucción de imágenes religiosas.

26-10-39. Benito Pérez Montilla, otro de los testigos más solventes de la época, dice que pertenecía a la derecha con anterioridad al Movimiento, luego se hizo de izquierdas e intervenido en la destrucción de imágenes reliogiosas.

30-10-39. El Jefe de Falange, Javier Morente, concejal interino en 1934, dice que pertenecía a la Casa del Pueblo con anterioridad al golpe. Después no se significó en política, ni se conoce que haya participado en ningún hecho delictivo.

Y hasta aquí las pruebas periciales practicadas, salvo algún informe proveniente de Jaén capital de los órganos de orden público de la época; más la declaración de los testigos de descargo, que pese a su influencia en el nuevo orden engendrado, poco o nada hicieron por Isidro. Al calor de una mesa camilla, o quizás en la esquina de una taberna, el sargento de la Guardia Civil, el párroco, el alcalde, el jefe de falange y los dos testigos de solvente capacidad por su pertenencia a Falange, pusieron sobre la mesa, entre cañas de vino amontillado, las razones y acusaciones sobre nuestro reo. Aunque todos coinciden básicamente en lo mismo, sin duda, el rigor, o quizás la resaca, no los dejó ver con claridad, pues se confunden – y este no es el caso más llamativo- las churras con las merinas. Por ejemplo, el sargento dice que por su oficio de carpintero, el Frente Popular lo mandó a destruir el órgano de la Iglesia Parroquial. Bueno, no creo que el Frente Popular tuviese ningún interés en que el órgano fuese “destrozado” por las manos delicadas y artesanales de un carpintero. El párroco, por el contrario, dice que hizo mucha propaganda por los socialistas y participó en la destrucción de imágenes religiosas. Suponemos que él vio a Isidro hacer mucha propaganda y destruir imágenes desde el pajar donde se escondía por indicaciones del Frante Popular. Benito Garrido, creemos que confunde el gremio o la colectividad de nuestro protagonista, pues como carpintero, más bien lo sería de la colectividad de su oficio, y no de zapateros, salvo que las suelas fueran de madera, que no es el caso para la época. Miguel Osuna, falangista foribundo, está tan acostumbrado a denunciar gente que siempre dice lo mismo cuando testifica. Es un autómata de la denuncia, y para él todos los “rojos” fueron milicianos voluntarios. Por el contrario, el Jefe de Falange, hombre ecuánime, contradice a todos y dice que ya pertenecía a la Casa del Pueblo con anterioridad al siempre “glorioso” Movimiento; aunque matiza, que no ha participado en hechos delictivos. ¿Cómo?, y ¡¡ la destrucción de imágenes, el órgano, los retablos, ... dónde está esa piromanía innata de todos los carpinteros!!.

En fin, “un caudillo, un dios y una patria”, aunque con distintas versiones.

Pese a todos estos informes, lo que realmente, en nuestra opinión, salvó a Isidro Valdivia Sánchez de pasar muchos años en la cárcel, no fueron éstos, si no el nombramiento de nuestro barbilampiño héroe de Rusia, el por entonces Alférez José Escobedo Ruiz, a la edad de 20 años,  que se hace cargo de la causa como juez instructor, acompañado de su secretario Ramón León Chiachio. Por las acusaciones reflejadas en los informes, en esa época te caían seis años mínimo de reclusión mayor, pero en nuestro caso, y quizás a la “bondad” de nuestro futuro teniente, héroe nacional, Isidro tuvo la suerte de salir en libertad.

El 9 de marzo de 1940, José Escobedo firma el sobreseimiento de las actuaciones contra el detenido, al no haber indicios de comisión de delito alguno, y propone su libertad. Ésta es confirmada por el auditor de guerra el 15 de mayo de 1940, siendo puesto en libertad el 15 de junio de ese año.

Isidro pasó en la cárcel de Jaén un año y dos meses. Así era la nueva justicia del Caudillo.

FUENTES:

- Consejo de Guerra Sumarísimo contra Isidro Valdivia Sánchez. Archivo Militar Segundo de Sevilla.

viernes, 3 de junio de 2011

Manuel Vallejo Bellido, "El Cura de los Garbanzos"

MANUEL VALLEJO BELLIDO, “El Cura de los Garbanzos”.

Miles de curiosos y refugiados de guerra se arremolinaron alrededor de las avenidas principales de Jaén para ver entrar los destartalados camiones que transportaban al ejército de Franco. La capital fue tomada sin resistencia el 28 de marzo de 1939, tras tres cruentos años de guerra, donde los bombardeos de la aviación fascista y la carestía de la vida fueron la tónica dominante para una población que pensó incrédulamente que lo peor había pasado. Comenzaba una nueva etapa. Jaén se convirtió en la mayor cárcel de la provincia. Con los militares llegaron los falangistas, camisa nueva, bigotillo recortado, y alguna que otra ensaladera decorandoles la pechera. Comenzaron las detenciones, los registros domiciliarios, los primeros fusilamientos, … la depuración más salvaje jamás habida en la historia de España.

Hasta allí se desplazó uno de los nuevos hijosdalgo del régimen, Victoriano León López, camisa vieja de Falange y destacado alborotador en la Porcuna de preguerra. Embriagado por la victoria, este héroe azul de retaguardia, cuarentón, paseaba tieso por las recién liberadas calles de Jaén a la búsqueda de algún infeliz al que hacerle la vida imposible. Lo encontró, no era difícil dar con algún refugiado de Porcuna que en aquellos aciagos días se debatía entre volver a su pueblo natal creyendo en la falsa redención de Franco; o bien, intentar la huida por la sierra hasta llegar al añorado, soñado y lejano levante. Sí, lo encontró, el 10 de abril de 1939, el sabueso dio con Manuel Vallejo Bellido, apodado “El Cura de los Garbanzos”. Victoriano presentó la denuncia correspondiente ante la comandancia de la Guardia Civil, que a todos los efectos hacía de policía militar en la alborotada ciudad; la firmó de su puño y letra en un improvisado parte de denuncia en cuyo borde se estampó un sello de caucho, en tinta azul, con los plumajes del nuevo imperio. Por la prontitud de la detención, es decir, ese mismo día, no sería de extrañar, que junto al quicio de la puerta de la habitación donde firmó Victoriano, se encontrase ya preso y maniatado nuestro ya sexagenario Manuel.

El Cura de los Garbanzos” estaba en búsqueda y captura, sin saberlo, desde hacía mucho tiempo, desde la toma de Porcuna por los requetés y la morería del Teniente Coronel Redondo. Ya en el Diario “La Unión” de Sevilla de 30 de marzo de 1937, intitulado lacónicamente “Porcuna, bajo el yugo marxista”, se cita a nuestro protagonista como uno de los presuntos asesinos marxistas (sic) de  28 “honradísimos ciudadanos” de la localidad. También en la correspondencia del Jefe Local de Falange rescatada de la que fue casa de Emilio Sebastián, aparece Manuel como uno de los hombres a detener.

Victoriano León López, interrogado en la comandancia, dice que el 2 de agosto lo detuvo (Manuel) junto a otros milicianos; que portaba una escopeta procedente de la Casa del Pueblo, y sospecha que cometió otros delitos, aunque no puede citarlos.

 Prisión Central de Miguel de los Reyes (Valencia)

Por el contrario, Manuel, una vez detenido declara ante la guardia civil que tiene 65 años de edad, que está casado con Cármen García Gómez, de cuyo matrimonio tiene cinco hijos, de profesión del campo. Fue hijo de Antonio y de Facunda. Dice que salió de Porcuna dos días antes de ser tomado el pueblo, dirigiéndose a Torredonjimeno. Que no ha pertenecido a partidos políticos, pero sí a la Casa del Pueblo. Dice que el 19 de julio de 1936 el Jefe de Orden Público (suponemos que Manuel Biedma) lo obligó a acompañarlo para detener a Victoriano León López y otros seis individuos junto al sacerdote, encarcelándolos después. Detuvo también a Antonio Aguilera Rueda, un tal Dimas y Don Manuel "el practicante", pero que no ha participado en la muerte de ninguna persona ni sabe quiénes fueron. Inmediatamente después fue trasladado a la prisión provincial.

En el transcurso de las diligencias previas a su juicio, testificaron en su contra Salvador Gallo Aguilera, Máximo Santiago Gascón, Antonio Aguilera Ruedas y Matías Ruano Ortega. Todos afirman que fueron detenidos por fuerzas de orden público y algunos milicianos, todos salvaron su vida tras la guerra. El Alcalde en abril de 1939, Antonio Gallo, dice que es de muy mala conducta, que portaba un hacha y que cooperó en los crímenes cometidos en la localidad; pese a que ninguno de los anteriores testigos afirmasen que participase en tales ejecuciones; si bien ninguno de ellos pudo presenciarlas, al encontrarse presos ya, en Alcalá de Henares.

El 29 de abril de 1939 es juzgado en Jaén, y condenado a reclusión perpetua por un delito de rebelión militar. El auditor de guerra le rebaja la pena a 30 años de reclusión mayor. En diciembre de 1942 se le conmuta a 12 años de reclusión; y en agosto de 1943  se le concede la libertad provisional, siendo presumiblemente desterrado a Villa del Rio (Puertas de Córdoba, Córdoba).

Nuestro protagonista, hombre sencillo, militante de la UGT, como cualquier campesino sin tierra de la época, sufrió más de cuatro años de cárcel por un delito que cualquiera que se precie debe entender dentro del contexto histórico del momento. El momento, el contexto, no era otro que evitar que el golpe de estado cívico-militar triunfase. En esa interfacie, en esos días posteriores al 18 de julio, el gobierno municipal, organizado ya en comité local del Frente Popular, para evitar males mayores, y siguiendo las directrices tomadas por el gobernador provincial, detiene a todos aquellos elementos de derechas (falangistas y terratenientes principalmente) que podrían insuflar algún aire al movimiento levantisco. Todo un pueblo salió a la calle a oponerse al golpe, y Manuel, animado o quizás forzado por los sucesos, se sumó a él. El precio que pagó, sin duda, fue muy alto, demasiado elevado para una persona que pasaba de los 60 años en 1936.

 Cola de abastecimiento

Manuel conoció el infierno carcelario franquista, el “turismo carcelario” del que hablan muchos autores. Como mínimo sabemos que estuvo en la prisión provincial de Jaén, además de la Prisión Central de Miguel de los Reyes, hoy biblioteca de Valencia, un monasterio convertido en presidio que albergó a más de 4.000 reclusos.

Manuel Vallejo Bellido no fue un héroe, si no una víctima más de la trituradora franquista de posguerra, que lejos de alentar la convivencia entre españoles subyugó a su esposa e hijos, uno de los cuales, Rafael Vallejo García, moriría fusilado en el cementerio de Jaén el 10 de junio de 1940 por un delito que no cometió. Dejaba viuda a Raimunda Castillo González y huérfanos a sus dos hijos, aunque uno de ellos, presumiblemente, moriría con posterioridad según se desprende del Expediente de Responsabilidades Políticas abierto a su padre

Y es que la tragedia empezó un 18 de julio ...


Fuentes:

-     Archivo Militar Segundo de Sevilla. Expediente de Consejo de Guerra contra Manuel Vallejo Bellido. Sumario nº 15.145; legajo, 94; número, 3.822.
-          Diario La Unión de Sevilla. 30-3-1937.
-          Documentos rescatados en la que fue casa del farmacéutico Emilio Sebastián González (Porcuna).
-          Expediente de Responsabilidades Políticas de Rafael Vallejo García. Archivo Histórico Provincial de Jaén.


Porcuna, 3 de junio de 2011