LEER: Desde los que hacemos posible Todos los Nombres de Porcuna, quisiéramos pedir disculpas a todas aquellas personas que se han puesto en contacto con nosotros a través de e-mail o facebook solicitando información sobre sus familiares, y que a día de hoy no les hemos contestado. Creo que son unas 25 peticiones las que tenemos sin atender, pero es que los medios de los que disponemos son escasos y el trabajo se nos acumula.

Gracias por vuestra paciencia, y esperemos contestar a vuestras peticiones lo antes posible.


- El monumento a la intolerancia y al fascismo se renueva en Porcuna (Jaén)
- El monumento a los "Caídos" sufre una gamberrada.
- Por la retirada de nombres y símbolos franquistas de Porcuna.
- Calles relacionadas con el franquismo y su exaltación en Porcuna
- La peculiar memoria histórica en Porcuna.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Porcuna: la tragedia de la Iglesia de Jesús y el consejo de guerra del 24 de agosto de 1939. II Parte.

Torre Nueva, cárcel de posguerra
Torre Nueva, presidio durante la posguerra
La Iglesia de Jesús no fue el único presidio habilitado de Porcuna. La Torre Nueva, que había jugado un papel estratégico durante la guerra, volvería a ser cárcel. En sus dos plantas se repartían varios habitáculos a modo de celdas, y a ellas fueron a parar aquellos presos que recibirían un tratamiento especial antes de ingresar en la ermita. Muchos de los que visitan hoy en día el Museo Arqueológico de Obulco, es decir, la Torre Nueva,  se llevan una imagen romántica y legendaria de la misma. De hecho, esta Torre fue bautizada por los eruditos y románticos como de “Boabdil”, pues allí estuvo preso el último rey nazarí. Incluso, los más crédulos, cuando ven las cadenas argolladas al muro, aún piensan que esas debieron ser las ataduras del Rey Chico. Por el contrario, nadie sospecha, porque nadie se lo ha explicado, que en aquella Torre calatrava, en la que nunca estuvo el hijo de Aixa, fueron maltratados y torturados docenas de hombres en la posguerra. Varios fueron los casos de muertes violentas y suicidios los que se produjeron en aquél lugar. Juan Cámaras del Moral se suicidaría arrojándose por una ventana huyendo de sus torturadores o incitado por ellos; y, Juan de Mata Cespedosa del Pino, apodado “Trepaollas”, subjefe la policía municipal con el Frente Popular, fue brutalmente torturado, y finalmente asesinado un 14 de octubre de 1940, aunque en su partida de defunción sólo aparezca un lacónico “muerte por asfixia”. El suicidio es un fenómeno anómalo de la posguerra que en Porcuna tiene unos niveles altísimos. Aunque es difícil de dilucidar sus causas, muchos fueron sin duda, producto de la represión y las torturas. Pozos, cortijadas, caminos e incluso arroyos fueron los lugares preferibles de los suicidas. Los malos tratos, los tormentos o la inducción al sucidio no fueron los únicos. Las víctimas encarceladas también sufrieron los martirios psicológicos. Así, por ejemplo, Bernardino del Pino Torres, primer bibliotecario que hubo en Porcuna en 1934, fue detenido el 29 de abril de 1939. Tras pasar por las caballerizas del cuartel de la Guardia Civil, donde fue golpeado salvajemente por el sargento, fue encerrado en la Torre. Allí, desde sus ventanucos, pese a sus súplicas, impotente y enojado, tuvo que contemplar el tránsito de la “caja de la caridad” en dos ocasiones: una el dos y la siguiente, el siete de mayo de 1939. En ellas iban sus hijos Luis y Ramón, de 6 y 5 años de edad respectivamente. A Bernardino no lo dejaron asistir al entierro de sus propios hijos. Aquello le marcaría de por vida.

Bernardino del Pino Torres, en una fotografía de los años 50
Bernardino del Pino Torres, en una fotografía de los años 50.

Pues bien, por estos presidios habilitados, improvisados e inmundos pasaron 244 vecinos de Porcuna, según se desprende de la relación de reclusos que recientemente hemos localizado en el Archivo Histórico de Porcuna, y que pronto haremos público para conocimiento general.

Juan de Mata Cespedosa del Pino

En la Porcuna de posguerra terminar preso en la Iglesia de Jesús era bastante sencillo. Solo hacía falta una denuncia verbal de alguno de los sabuesos que rondaban la sede Falange, el Ayuntamiento o el cuartelillo de la benemérita. De hecho, no son más de 25 los denunciantes en los cerca de 300 expedientes consultados por nosotros en el Archivo Histórico Militar de Sevilla. Algunos de ellos habían estado presos con los “rojos” y otros, sin estarlo, habían perdido a algún familiar durante la contienda. No faltaron las rencillas personales, las delaciones por deudas económicas o el desaire a la competencia profesional. Aún así, el principal móvil que indujo a la denuncia fue la venganza, una venganza que no tuvo límites, que se sirvió fría, y que en los primeros meses de posguerra tiene nombre propio, Víctor Funes Pineda, médico titular desde 1909 en Porcuna, terrateniente e industrial, conocido como el “Sr. Muerto”, que ejerció como Delegado Local de Información e Investigación de FET y de las JONS desde los meses de abril a septiembre de 1939.

Continuará ....

2 comentarios:

Anónimo dijo...

creo que hay que ser mas serio en vuestros comentarios porquedecir que al sr.funes se le conocia como sr muerto no era asi ese es un apodo que en sus relatos de rencor y ajuste de cuentas cuenta el sr.garrote .Creo que la fuente en la que bebeis es buena para sacar fechas nombres de represaliados pero cuando se trate de opiniones y acusaciones pienso que es mejor buscar en documentacion oficial que pienso que es lo que estais haciendo pero de vez en cuando se os escapa alguna conjetura del sr.garrote y es lo unico que os reprocho.Espero que esta opinion no
la tomeis como critica.

Nombres Porcuna dijo...

Buenas tardes:

Ante todo agradecer tu comentario. Decirte, que aunque es cierto que la obra inédita de Emiliano Rodríguez Garrote la manejamos con frecuencia como "fuente"; también lo es que al Sr. Victor Funes Pineda, se le conocía como "Sr. Muerto", por la palidez de su rostro. Esto nos lo han confirmado en varias entrevistas personas que lo conocieron y el propio Cronista de Porcuna, Antonio Recuerda, en un encuentro reciente en un archivo. No sabemos entonces en dónde nos equivocamos, amén de ser conscientes que el mote no es nada relevante para el hecho histórico.

Gracias.