LEER: Desde los que hacemos posible Todos los Nombres de Porcuna, quisiéramos pedir disculpas a todas aquellas personas que se han puesto en contacto con nosotros a través de e-mail o facebook solicitando información sobre sus familiares, y que a día de hoy no les hemos contestado. Creo que son unas 25 peticiones las que tenemos sin atender, pero es que los medios de los que disponemos son escasos y el trabajo se nos acumula.

Gracias por vuestra paciencia, y esperemos contestar a vuestras peticiones lo antes posible.


- El monumento a la intolerancia y al fascismo se renueva en Porcuna (Jaén)
- El monumento a los "Caídos" sufre una gamberrada.
- Por la retirada de nombres y símbolos franquistas de Porcuna.
- Calles relacionadas con el franquismo y su exaltación en Porcuna
- La peculiar memoria histórica en Porcuna.

miércoles, 1 de agosto de 2012

La orza ponzoñosa del franquismo: Ruiz Gallardón y Queipo de Llano

Franco, Queipo y el cardenal Ilundain. Foto tomada de El Trastevere

"De él provienen muchos de nuestros ministros y altos cargos, a él miran con añoranza, y a él se deben aquellos que han bebido de esa orza ponzoñosa que fue el franquismo"


A nadie le debe pasar desapercibido que la derecha más rancia, nacionalcatólica  y vomitiva ha llegado a este país, o mejor dicho, nunca se fue y siempre ha estado aquí desde aquella magnífica y "modélica transición democrática". El PP (antes lo hizo el PSOE), acólitos y lacayos llevan varios meses pasando la guadaña por España, agujereando donde pueden todas las históricas conquistas sociales, privatizando lo público y amordazando a los ciudadanos. En nombre de la "estabilidad presupuestaria", el apaciguamiento de los "mercados" y los bancos, se reforma sin consenso la sacrosanta constitución, se legisla a golpe de decretos-leyes por mayoría absoluta y se aplican todo tipo de recortes sobre unas clases sociales cada vez más depauperadas, desahuciadas  y de estómagos vacíos. Nada bueno puede traer esto. La vuelta a un estado centralizado es un hecho, la España de las autonomías en vez de evolucionar a la federación, es hoy un enfermo terminal que a través de micro golpes de estado institucionales está entrando en coma profunda. La sociedad se encuentra prisionera, deprimida, atrapada en una crisis que sin duda no la ha provocado, sino aquellos otros que nos dicen ahora que "debemos de arrimar el hombro" para salir de ella. Por el contrario, los políticos, los banqueros, el capital en suma, llenan las páginas de periódicos y medios de comunicación (conservadores, por cierto) con escandalosos casos de corrupción, especulaciones millonarias, abusos de poder, prebendas, deterioro de las instituciones (incluida la monarquía) y demás envites de acoso y derribo al llamado eufemísticamente "estado del bienestar". No es el país el que se encuentra en crisis, son sus instituciones, su modelo de estado, nuestra soberanía nacional, el desigual reparto de la riqueza y una Unión Europea que entró en crisis desde el propio tratado de Maastricht, al anteponer la cohesión económica sobre la cohesión social de los ciudadan@s de la Unión. 


Pues bien, aunque esta introducción, necesaria y de pataleo, pareciese que no tiene nada que ver con la noticia a continuación, sí lo tiene y mucho. Me explico: la iglesia y el conservadurismo más retrógrado de nuestros país siempre, y decimos bien, está mirando al pasado, releyéndolo, atornillando preceptos sacados de la ley de las doce tablas o de los principios fundamentes del Movimiento. Estos rebrotes fascistas, como el que hoy traemos, no son otros que seguir  apuntalado ese pasado del que no quieren moverse. De él provienen muchos de nuestros ministros y altos cargos, a él miran con añoranza, y a él se deben aquellos que han bebido de esa orza ponzoñosa que fue el franquismo. Aquí el botón de muestra de nuestro querido siempre ministro de Justicia.

El ministro de Justicia, en una imagen tomada de republica.com

Poco tacto o mucho despiste es lo que ha demostrado el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, al publicarse en el BOE el pasado 17 de julio, el mismo día que se cumplía el aniversario del alzamiento militar que originó la Guerra Civil en 1936, la renovación del Marquesado de Queipo de Llano al nieto del general franquista del mismo nombre, uno de los militares más sanguinarios del conflicto.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) denuncia que Gallardón ha sancionado con su firma la renovación del título nobiliario creado y otorgado por el dictador Francisco Franco a Gonzalo Queipo de Llano (1875-1951), el general que instauró un régimen de terror en Sevilla e hizo de la violación de los derechos humanos un arma de guerra. Sin ningún tipo de pudor, Queipo de Llano ejerció la violencia indiscriminada contra la población sevillana -sólo en seis meses fueron fusiladas más de 3.000 personas- y alentó a sus tropas franquistas a violar a las mujeres de los republicanos. Sus discursos y arengas a los soldados rebeldes, retransmitidas diariamente por Radio Sevilla, pasaron a la historia de la ignominia por su zafiedad, su machismo y su crueldad. 



Algunas de las frases "célebres" de Queipo de Llano

“Serán pasadas por las armas, sin formación de causa, las directivas de las organizaciones marxistas o comunistas que en el pueblo existan y en el caso de no darse con tales directivas, serán ejecutados un número igual de afiliados, arbitrariamente elegidos”. 



"¿Qué haré? Pues imponer un durísimo castigo para callar a esos idiotas congéneres de Azaña. Por ello faculto a todos los ciudadanos a que, cuando se tropiecen a uno de esos sujetos, lo callen de un tiro. O me lo traigan a mí, que yo se lo pegaré”. 


“Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los rojos lo que es ser hombre. De paso, también a las mujeres de los rojos que ahora, por fin, han conocido hombre de verdad y no castrados milicianos. Dar patadas y berrear no las salvará”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo de Gallardón no es despiste sino cálculo. Para que prospere su carrera en el partido necesita disminuir la frontal oposición de la parte más conservadora e influyente del PP. Sabe que el gesto será mal visto por la mayoría y que en el futuro se estudiará como un acto vergonzoso. Pero quiere pagar ese precio por su gran ambición.