LEER: Desde los que hacemos posible Todos los Nombres de Porcuna, quisiéramos pedir disculpas a todas aquellas personas que se han puesto en contacto con nosotros a través de e-mail o facebook solicitando información sobre sus familiares, y que a día de hoy no les hemos contestado. Creo que son unas 25 peticiones las que tenemos sin atender, pero es que los medios de los que disponemos son escasos y el trabajo se nos acumula.

Gracias por vuestra paciencia, y esperemos contestar a vuestras peticiones lo antes posible.


- El monumento a la intolerancia y al fascismo se renueva en Porcuna (Jaén)
- El monumento a los "Caídos" sufre una gamberrada.
- Por la retirada de nombres y símbolos franquistas de Porcuna.
- Calles relacionadas con el franquismo y su exaltación en Porcuna
- La peculiar memoria histórica en Porcuna.

jueves, 29 de marzo de 2012

"Más allá de la crisis", de J. Fontana


Josep Fontana en Barcelona. Manu Fernández
Aunque quizás piensen que este blog no es el indicado para colgar un artículo de opinión de estas características, creemos que la ocasión lo merece, en plena Huelga General del 29-M, y sobre todo cuando nuestros políticos nos piden cansinamente "austeridad", como si de una palabra mágica se tratase, cuando en realidad, como viene a decir Fontana, el crecimiento económico es incompatible con la austeridad y los recortes sociales.


"La austeridad disminuye una economía. Es un acto de retrocesos. Disminuye la demanda. Los ingresos caen. Pagar las deudas a partir de una menor cantidad de dinero significa que hay menos dinero para otros gastos. Del crecimiento se pasa a la decadencia". P. Radford.

"No ha sido la deuda pública la causa de la crisis de los países del sur de Europa".

"Los partidos políticos, afirma Fisk, entregan el poder que ha recibido de los votantes a los bancos, los traficantes de derivados y las agencias de evaluación, respaldados por la deshonesta panda de expertos de las grandes universidades norteamericanas, (...) que mantienen la ficción de que esta es una crisis de la globalización en lugar de una trampa financiera impuesta por los votantes".




jueves, 22 de marzo de 2012

Bernardino Montilla Santiago, el falangista que murió el día después de finalizada la guerra



La Torre Alcázar, donde estuvo ubicada otrora la artillería republicana
La llamada Torre Alcázar (Torredonjimeno), donde estuvo la artillería republicana




La recuperación de la memoria histórica, el rescate de los olvidados y de los condenados al olvido, no es patrimonio exclusivo de los “rojos” perdedores. La dictadura, primero africanista, luego fascista, antes de ser franquista, lejos de la imagen paternalista que cansinamente nos trasmiten sus hagiógrafos, recuperó la memoria de aquellos que les sirvieron para justificar su existencia, y de paso, su violenta represión contra sus enemigos de clase; olvidando y condenado a aquellos otros, azules también, que se vieron inmersos en la vorágine del momento, que se vieron obligados a combatir a sus iguales.

Este pudiese ser el caso de Bernardino Montilla Santiago, hombre humilde, dedicado a las labores del agro, como casi todos los vecinos de Porcuna en los años 30. Sabemos, y así consta en los archivos, que tras la toma de Porcuna por los nacional-católicos un 1º de enero de 1937, los jóvenes, y no tan jóvenes, que habían permanecido en Porcuna o derredores, de familias acomodadas o no, se afiliaron en masa en las distintas banderas y milicias de Falange. Unas combatieron en los frentes y otras se dedicaron a reprimir la retaguardia, así como a realizar trabajos de fortificación, atrincheramiento y desactivación de explosivos. La mortandad entre éstos últimos fue muy, pero que muy elevada.

La guerra finalizó oficiosamente un 1º de abril de 1939. Dos días antes, el ejército del Sur de Queipo de Llano, desde los frentes de Córdoba y Granada, comenzaron su avance hasta la capital jiennense que inocentemente se puso del lado del Coronel Casado y Besteiro. El frente se derrumbó irremediablemente y lo que quedaba del ejército republicano se deshizo de sus pertrechos y cogió el camino de sus hogares. El frente, estabilizado durante casi tres años de contienda, quedó plagado de proyectiles, metralla, trincheras, municiones y demás artefactos explosivos. La tierra parecía movida por la mano de un gigante. La guerra había terminado, las venganzas se sucedieron, la represión se agudizó contra los vencidos y el campo, sembrado de hojarasca y de metralla hubo de descontaminarse. A ello se dedicaron los parias del ejército vencedor, y en muchos casos el ejército vencido.

Explosión
Una muerte cualquiera como consecuencia de una explosión

Un día después, “cautivo y desarmado el ejército rojo”, fallecía el falangista porcunense Bernardino Montilla Santiago. Su escueta acta de defunción dice que “falleció en acto de servicio en el Llano de la Hondonera a las 3 horas del día 2 de abril de 1939, como consecuencia de heridas por explosión de un artefacto de guerra”. La guerra había terminado, repetimos, pero las consecuencias del golpe de estado del 18 de julio seguía cobrándose víctimas.

Bernardino Montilla Santiago había nacido el 21 de agosto de 1903 en Porcuna, hijo de Manuel y Ana Benita, con domicilio en calle Puertas Nuevas, de profesión del campo y de estado casado con María Navas Marín, de cuyo matrimonio quedaron tres hijos, Carmen, Florencio y Victoria. Su cadáver está enterrado en el cementerio de Porcuna y se ignora tenga otorgado testamento. ¡Éstos fueron sus laureles!.

Decir, para finalizar, que si bien el franquismo le daría a su viuda e hijos algún tipo de compensación económica, lo cierto es que ese mismo régimen se olvidó de él, y por su condición, no tuvo los honores de los caídos por Dios y por España, y menos aún se inscribió su nombre en los muros de la parroquial iglesia jiennense. Solo consta en el registro civil.

Familiares y demás interesados están invitados a profundizar en la intrahistoria de nuestro paisano. Descanse, pues, en paz!.


Fuente:


  • Registro Civil de Porcuna (consultado en 2011).
  • Archivo Histórico Municipal de Porcuna. Diversos documentos.

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domingo, 18 de marzo de 2012

Pedro de Torres Guisasola, muerto "violentamente" en Madrid

Cardenal Victoriano Guisasola y Menéndez
Victoriano Guisasola y Menéndez


Hay que reconocer que el caso que vamos a tratar a continuación ha despertado la curiosidad entre nosotros, pues lo que empezó como una búsqueda rutinaria mas a partir de una partida de defunción bastante parca en información, ha terminado por llevarnos hasta un ilustre cardenal, obispo de Jaén, antirrepublicano y metido hasta el tuétano en política, acólito fiel de las tesis posibilistas de Pío X; cuya hermana casó a finales del XIX o principios del siglo XX con un prometedor farmacéutico porcunense. De ese matrimonio nació nuestro protagonista de hoy, Pedro José de Torres Guisasola, muerto de manera “violenta” (sic) en el Madrid asediado por las tropas de Franco un 7 de abril de 1937. La defunción se inscribió en el registro civil de Porcuna un 6 de junio de 1940, con domicilio en Plaza General Sanjurjo, 7, siendo de profesión estudiante y de estado soltero. Se ignora tenga otorgado testamento, y además se desconoce el lugar donde se encuentra enterrado.

Pedro José de Torres Guisasola nació en Porcuna el día 6 de junio de 1901, en la calle o plaza de Cerrajeros, 7, siendo hijo legítimo de Juan Antonio de Torres de la Torre, 27 años, farmacéutico, natural de Porcuna y de Consuelo Guisasola Menéndez, 21 años, natural de Oviedo. Por línea paterna fue nieto de Pedro de Torres Orozco y Dolores de la Torre Ocañas, naturales de la villa. Por línea materna, difuntos, de José Guisasola Rodríguez y de María Menéndez Palacios, naturales los dos de Oviedo. Esta es su partida de nacimiento.

Suponemos que Consuelo Guisasola y Menéndez llegó a la provincia de Jaén de la mano de su hermano, Victoriano Guisasola y Menéndez, que haría de tutor, por la minoría de edad de su hermana, al haber fallecido sus padres biológicos, cuando fue nombrado Obispo de Jaén el 17 de abril de 1897, cargo que ocupó hasta el 16 de diciembre de 1901. Contaba con 17 años de edad cuando llegó a la provincia proveniente de Osma, donde había sido Obispo su hermano.

Sabemos, o por lo menos así lo recoge Antonio Recuerda Burgos, que el nuevo Obispo, en visita pastoral a Porcuna en abril de 1899, donó “1.000 pesetas para las obras de la parroquia; pero a cambio se llevó los cofres medievales y dos trípticos también medievales que se encontraban en la iglesia de San Benito, sin que se sepa en la actualidad su paradero” (sic). Suponemos que sería en alguna de estas visitas donde conocería al también joven y prometedor farmacéutico Juan Antonio de Torres de la Torre. Dos años después, del matrimonio de estos dos jóvenes esposos, nació Pedro José de Torres Guisasola.

Del padre de Pedro José, Juan Antonio de Torres de la Torre, hemos encontrado solo dos citas. En la primera aparece como uno de los farmacéuticos antiguos de Porcuna, nota que recoge en su obra Manuel Heredia Espinosa cuando habla de “medicina y cirugía” en la ciudad de Porcuna. La segunda, más profusa e interesante, nos aparece en el diario ABC del 4 de septiembre de 1920, (y por extensión en toda la prensa de la época) con motivo de los funerales oficiados por el alma del cardenal Victoriano Guisasola y Menéndez en Toledo. En el funeral estuvieron toda la flor y nata del conservadurismo español, con los máximos exponentes del clero, el ejército y la monarquía. El féretro, descansando sobre capelo cardenalicio, estuvo acompañado por el entonces conservador y polémico jefe del gobierno de la nación, Eduardo Dato (asesinado al año siguiente por anarquistas), quien a su vez ostentaba la representación del Alfonso XIII en la ceremonia. Estuvo todo el cabildo de la catedral de Toledo; varios obispos y arzobispos y cinco generales del ejército español, que al año siguiente protagonizarían un golpe de estado de palacio. En un segundo plano estuvo la familia del cardenal, constituida por los hermanos Cérsar y Ramón Guisasola (sin que se mencione a su hermana Consuelo), así como nuestro paisano Juan Antonio de Torres de la Torre, del que se resalta su oficio de boticario. Además, estuvieron representantes del ayuntamiento, el gobernardor civil, representaciones diplomáticas, civiles y sociales. Detrás del armón de artillería, reza la noticia del diario conservador, al que daban escolta seis alabarderos, figuraban todas las parroquias con cruz alzada, hermandades, comunidades religiosas, … Aunque el cardenal dejó por escrito que quería un funeral modesto, sin pompas ni fastos, y menos aún, con gastos extraordinarios, lo cierto es que aquello fue todo un evento, una demostración de fuerza de la España de espada y cerrada sacristía.

Pero, ¿que tiene que ver la vida y milagros de nuestro cardenal bisagra, con la muerte “violenta” de su sobrino?. Bueno, la información aportada nos sirve cuando menos para recrear el escenario donde vivió nuestra víctima de hoy, es decir, en un contexto conservador de familia acomodada y de profunda religiosidad católica, apostólica y romana. Aunque no conocemos el  caso concreto del vástago, sí sabemos que muchas familias derechistas de Porcuna, cuando la estopa militar prendió en el solar hispano, decidieron refugiarse en ciudades populosas donde pasar desapercibidos tanto para propios como para extraños. Y dicho sea de paso, muchos de ellos lo fueron gracias a los salvoconductos que emitió el Comité Local del Frente Popular. No sabemos, por el momento, si Pedro de Torres Guisasola estaba ya en Madrid en calidad de “estudiante”, o bien se encontraba allí como refugiado o evadido. Lo cierto es, según su acta de defunción, inscrita atemporalmente, y presumiblemente a instancias de algún familiar, que su muerte fue de manera “violenta”. Pues bien, esta expresión, que nos la encontramos con relativa asiduidad en los registros civiles consultados, puede tener varios significados sin ser excluyentes, teniendo en cuenta que vivía en el Madrid “rojo”:  una, que fuese represaliado por las “turbas marxistas”, utilizando una de las expresiones más denostadas en los registros civiles franquistas; dos, que fuese muerto como consecuencia de alguna de las acciones ofensivas del mal llamado ejército nacional (franquista); y tres, que muriese en algún altercado, llamémosle civil, ajeno a la contienda fraticida, y más próxima a la reyerta o al robo. La primera, es decir, que fuese asesinado por los “marxistas” la damos casi por descartada, pues si hubiese sido así, el martilogio franquista se hubiese encargado de recordárnoslo. Nada, sea dicho de paso, dice de él la Causa General de la Provincia de Jaén, término municipal de Porcuna. Tampoco tuvo el “honor” de ser grabado en hueco relieve en la cruz  de los inmortales de la Parroquia de la Asunción; ni aparece en el “listado oficial” de víctimas reconocidas por las autoridades de Porcuna de 1952.  La segunda opción es cuando menos probable, pues sabemos que muchos derechistas han sido sacrificados históricamente para esconder las vergüenzas y los crímenes cometidos por el militarismo franquista. No sería extraño, pues, que hubiese fallecido en un bombardeo fascista o a manos de ellos mismos. La tercera casuística, posible también, no despertó el interés de los relatores  franquistas, y a lo sumo, inscribieron la defunción porque alguien le instó a hacerlo.

Hasta aquí lo que sabemos sobre nuestro protagonista de hoy. Como siempre, agradeceríamos a los familiares, investigadores y demás interesados que nos aportasen cualquier información para dilucidar qué fue lo que ocurrió realmente con nuestro vecino Pedro de Torres Guisasola





Fuente:
- Actas de nacimiento y defunción de Pedro José de Torres Guisasola. Registro Civil de Porcuna (consultado en 2011).
- HEREDIA ESPINOSA, MANUEL (1994): Historia de Porcuna. Casa Municipal de Cultura. Ayuntamiento de Porcuna, p. 110 (Mecidina y cirrugía).
- Diario ABC. 4.09.1920. Hemeroteca digital.
- Biografía del cardenal Victoriano Guisasola y Menéndez.  Wikipedia.
- RECUERDA BURGOS, ANTONIO: El relicario de San Benito. Publicación on line en “deporcuna.com”.
- GUTIÉRREZ LLORET, ROSA ANA (2003): “Hegemonía conservadora y movilización republicana en la dinámica electoral del reinado de Alfonso XIII: las elecciones de 1907 en Valencia”, en Pasado y Memoria, nº 2. Universidad de Alicante.
- Archivo Histórico Nacional, FC-CAUSA_GENERAL,1006,EXP.11. Porcuna (Jaén).
- “Relación de los Caídos por Dios y por España” en el municipio de Porcuna en respuesta a la Instancia del Gobernador Civil al Ayto. de Porcuna en relación al Valle de los Caídos. Archivo Histórico Municipal de Porcuna. 1952




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sábado, 17 de marzo de 2012

¿Cómo conseguir información de un familiar represaliado?

Es lógico, justo y necesario, que las familias de las víctimas del franquismo se pregunten qué fue de sus seres queridos. Miles de familias quedaron destrozadas, fragmentadas y condenadas al desarraigo, siendo obligadas a peregrinar junto a sus pres@s maridos, esposas e hijos por un sin fin  de ciudades y lugares que servían de prisiones o campos de trabajo forzado. Luego, tras 40 años de aculturación nacional católica, la inmensa mayoría de nuestros represaliados políticos fueron condenados a la peor de las penas: el olvido. El desconocimiento que tenemos sobre nuestros familiares aún hoy perdura. La memoria que tenemos de ellos es muy difusa, una nebulosa demasiado transparente, porque no hay que olvidar que el régimen franquista a través de la puesta en práctica de un estado de terror y miedo, borró cualquier recuerdo que hiciesen referencia a la lucha de clases que hubo en nuestro país. Lo peor,  cuando entrevistamos a algunos descendientes de estos hombres y mujeres maltratados por la Historia, observamos que la psicología franquista hizo un buen trabajo de desmemoria, y aún hoy, cuando les relatamos los hechos y las condenas que padecieron, nos dicen, sin rubor alguno, "que algo habrían hecho". Ésta, por desgracia, es la Historia que se sigue contando, ésta es la Historia que aún perdura en los circuitos educativos, ésta es la página de la Historia que debemos de pasar sin mirar atrás, como insistentemente nos recuerdan los revisionista franquistas. Pero, dicho sea con humildad, ¿cómo podemos pasar página sin haberla leido primero?. ¿Cómo pueden cicatrizar las heridas, si aún hoy cientos de familias no han podido, recuperar sus cadáveres, sus recuerdos, su humilde impronta a su paso por la Historia?. Historia, no lo olviden, escrita por los vencedores y revisada por sus herederos.


Pero bueno, volviendo al título de nuestra entrada: ¿dónde conseguir la información necesaria para ir llenando el hueco que dejaron nuestros familiares?. Pues bien, lo cierto es que no tenemos una "super base de datos" con todas y cada una de las víctimas del franquismo; aunque también es cierto que cada día, desde distintos ámbitos e instituciones, somos más los que nos dedicamos a sacar del basurero de la Historia la vida, obra y miseria de miles de silenciados.

Uno de los mejores buscadores de víctimas y represaliados de Andalucía y Extremadura, además de didáctico y pedagógico, es la web de Todos los Nombres, que mediante un buscardor on line te permite introducir los apellidos y el nombre de la persona buscada. Además, cuenta con numerosas microbiografías que acercan al lector a la época y de paso humanizan y dignifican su memoria.
Todos los nombres

Aún así, y éste es realmente el objetivo de esta entrada de hoy, es dar a conocer la web del hoy llamado Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y en concreto el Portal de Archivos Españoles. En esta web, donde está todo lo que está, pero no todo lo que existe, símplemente introduciendo un nombre con sus apellidos, puede abrirnos una ventana a la Historia de nuestros familiares. En concreto, el Centro Documental de Memoria Histórica ha puesto a disposición de todo el mundo un buscador de "Víctimas de la Guerra Civil y represalidos del franquismo". 

En él se puede hacer un rastreo rápido para conseguir alguna información sobre muertos, desaparecidos o con inutilidad, como consecuencia de la guerra civil o la posguerra. Lo cierto es que cada día, suponemos a la digitalización de nuevas fuentes y documentos, son más los nombres que aparecen en este portal desde que echó a andar. Tras la búsqueda simple, el consultor accederá a los posibles nombres buscados. De ahí irá a un formulario de petición de información, donde aconsejo que se den los mayores detalles de la persona buscada, sobre todo, nombre y apellidos, fecha de nacimiento, lugar y vencindad, así como cualquier dato sobre filiación política o sindical, fecha de desapareción, ... El Centro Documental de Memoria Histórica se pondrá en contacto con el familiar a través de e-mail, y les dirán los documentos que se encuentran en sus archivos en relación a la búsqueda. Éstos pueden ser muy variados, pero principalmente estarán relacionados con distintos tribunales de responsabilidades, bien políticas, incautación de bienes, depuraciones o del Tribubal Especial contra la Masonería y el Comunismo. Por el contrario, raro será que aparezcan documentos relacionados con los Consejos de Guerra a los que fueron sometidos miles de andaluces; que en este caso, se encuentran en el Archivo del Tribunal Militar Territorial Segundo de Sevilla, y al que tenemos acceso nosotros todas las semanas; sin que por desgracia, sus fondos, se encuentren digitalizados.


Finalmente, y para concluir, lo que sí rogaríamos a todos aquellos que obtengan copias de los expedientes de sus familiares a través de estos archivos, es que nos los hagan llegar y sumarlos a los ya existentes.

Gracias, y ánimo a todos los familiares.

viernes, 16 de marzo de 2012

Nicolás Cabeza Morente, desaparecido durante la batalla del Ebro





Fecha de nacimiento: 12/09/1913
Lugar de nacimiento: Calle Pava, nº 1. Porcuna
Hijo de: Luis Cabeza Ruano y María Morente Cova.
Vecino de: Porcuna
Profesión: Jornalero
Estado civil y nº de hijos: Dirección postal: Casado con “Manolita”, desconociéndose los apellidos. En el registro civil de Porcuna no hay partida nacimiento, por lo que es de suponer que se casaran durante la contienda. No tuvieron hijos, según la información aportada por su sobrino, Luis Santiago Cabeza.
Afiliación sindical: UGT (1928)
Cargo directivo:
Afiliación política: Partido Comunista (1930)
Cargo directivo:
¿Fue combatiente?:  Sí . Graduación alcanzada: Desconocida.
Fecha de detención y lugar:
Lugar del Consejo de Guerra:
Sentencia militar:
Cárceles donde estuvo:
Fecha de salida de la cárcel:
Fecha de fallecimiento y causa: Desaparecido durante la batalla del Ebro (1938). A la familia se le notificó su desaparición.

Otros familiares represaliados:
¿Sufrió incautación de bienes?:
Observaciones: Un tío suyo, Nicolás Cabeza Ruano, el que inscribió el nacimiento, consta como propietario, con célula personal.

Consultado al Centro Documental de la Memoria Histórica (13.03.12)



Respuesta (15.03.12):

Le comunico que, consultados nuestros instrumentos de descripción, hemos encontrado referencias relativas a. D. Nicolás Cabeza Morente, como natural de Porcuna (Jaén), hijo de Luis y María; afiliado al Partido Comunista (1930) y a la UGT (1928); procesado por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo.

Expediente digitalizado de Consejo de Guerra: No tiene.
Expediente digitalizado de Responsabilidades Políticas: Desconocido.
Expediente de Depuración Política: No tiene.
Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo: Sí.
Partida de nacimiento: Sí.
Partida de matrimonio: No.
Partida de defunción: No.
Fotografías personales: Sí.
Otros documentos digitalizados: No.
Fuentes documentales primarias consultadas:

- Partida de Nacimiento de Nicolás Cabeza Morente. Registro Civil de Porcuna (2012).
- Fuentes orales de su sobrino Luis Santiago Cabeza.
- Consulta on line al Centro de Documentación de la Memoria Histórica el 13.03.12 y respuesta el 15.03.12

Fuentes bibliográficas consultadas (sin ser exhaustivos):

Fecha de realización de la ficha: 13.03.2012
Última modificación de la ficha: 16.03.2012

Los datos aquí aportados son básicos. Por lo general disponemos de más documentación o referencias que no aparecen en esta microbiografía. Para ampliar o aportar cualquier información puedes pornerte en contacto por alguno de los medios abajo referenciados.


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sábado, 10 de marzo de 2012

Rafael Villa Corpas y el hurto de Los Merinales

Cinco hombres cumplieron condena carcelaria por  hurto; cinco hombres hambrientos volvían a poner en práctica "la resistencia campesina cotidiana", de la que hablese J.C. Scott; o lo que es lo mismo, si el capital y el mercado me condenan a subsistir y malvivir, nosotros, miserables todos, ponemos en práctica la resistencia contra el sistema a través de la falsa sumisión, la ratería, el furtivismo, la ignorancia fingida, la calumnia, el robo, el incendio, el sabotaje, la deserción, ... Los pobres, que carecen de armas, ponen en práctica otros mecanismos de autodefensa, de cohesión social entre iguales para enfrentarse a las leyes y a la clase dominante.

He aquí un botón de muestra.
Antecedentes "penales" de Manuel Barea Fernández, natural de Andújar
Antecedentes "penitenciarios" de Manuel Bares Fernández, natural de Andújar

Manuel Barea Fernández fue un trabajador esclavo para el régimen franquista. Condenado por perder la guerra fue ingresado en prisión, y luego, para redimir su condena, fue ingresado contra su voluntad en las Colonias Penitenciarias Militarizadas, construyendo su propio barrio en Bellavista (Sevilla) y trabajando de sol a sol en el Canal del Bajo Guadalquivir (Los Merinales), faraónico proyecto de irrigación de un régimen megalómano,  donde numerosos terratenientes sevillanos transformaron sus latifundios de secano en tierras de regadío y se construyeron varios poblados de colonización.

Fue puesto en "libertad" condicional en 1945, en esa inmensa prisión que era España, dejando seis años de su preciada existencia como consecuencia de la particular "reforma laboral" de Franco. Como otros muchos, fijó su residencia en esta barriada de libertos, siendo contrado como "obrero libre" (pues antes fue esclavo!!!), hasta que en 1947 decide "hacer fortuna" por cuenta propia.

La vida no le tuvo que ser fácil. El hambre y la miseria, utilizado siempre como estoque antirrepublicano, ahora era la viva imagen de un régimen que se declaró autárquico ante la belicosidad de las Naciones Unidas de posguerra. Así, por hambre, comenzó Manuel con el estraperlo, y dónde mejor que ponerlo en práctica que en la propia colonia de Dos Hermanas, prisidio bien conocido, para hacer de intermediario entre el hurto y la venta de un poco de alambre en la Sevilla que fue de Queipo de Llano. Todo había ido bien hasta el momento. Varios expresidiarios, en connivencia con el guarda nocturno, también exreo, permitía el robo de pequeñas cantidades de hierro de los almacenes de la gran colonia penintenciaria. Todo fue bien, como decíamos, hasta que un día todo se torció, y el robo de subsistencia (como diría Francisco Cobo Romero), se convirtió de nuevo en prisión, pues sus "traperos" fueron sorprendidos por la Guardia Civil de escolta de la Colonia, que sin tapujo alguno hicieron tres disparos de fusil sobre los que huían. Los "migueletes" desarticularon toda la red de contrabando, incluyendo proveedores, enlaces, encubridores, ... y beneficiarios. Solo hizo falta "apretarle las tuercas" al único detenido de aquella noche, un joven de 19 años, Salvador Carmona Martínez, natural de Lora del Río, para que todo el entramado se viniera abajo. Las detenciones se sucedieron ininterrumpidamente durante varios días; y aunque Manuel huyó, la caza del hombre hambriento había comenzado.

En esta historia estuvo implicado un paisano nuestro, Rafael Villa Corpas, que al igual que Manuel, es decir, esclavo, fijó su residencia en Bellavista, trabajando de guarda nocturno en la Colonia y haciendo de paso la vista gorda a los pequeños hurtos que se cometían por allí. De nuevo, Rafael, tras haber sido condenado a 30 años de reclusión por un delito de adhesión a la rebelión, fue ingresado en prisión un 17 de septiembre de 1948. Salió de la misma el 25 de diciembre de 1948, fijando su residencia de nuevo en la popular barriada sevillana, teniéndose que presentar a las autoridades militares una vez a la semana.

Pero Rafael, harto quizás de mendigar por ahí, y con su esposa, Cecilia Bellido del Pino, esperando un hijo, huyó de nuevo. Primero a Porcuna y después a Madrid, donde tras orden de búsqueda y captura, fue apresado en la capital el 17 de mayo de 1949. Allí pasó algunos meses recluido hasta que fue traladado a la prisión provincial de Sevilla el 24 de julio de ese año. El dos de noviembre de 1949, previa instancia de Rafael, el Auditor de Guerra deniega el indulto a nuestro paisano, y por tanto, su puesta en libertad, pese a que el delito de hurto ya lo había pagado con creces estando más de seis meses en prisión.

El 30 de noviembre de 1949 se constituyó en la plaza de Sevilla el consejo de guerra, que ya no era de urgencia, si no ordinario, pero de guerra, condenando a seis meses de prisión a Salvador Carmona Martínez, Manuel Soriano Bayona, y Manuel Rodríguez Reina, por un delito de hurto. A nuestro paisano, Rafael Villa Corpas, acusado de encubridor, fue condenado a la pena de seis meses de arresto mayor y a la multa de 2.000 pesetas, "que caso de insolvencia le será sustituida por dos meses de arresto". Además, tendría que pagar 4,51 pesetas a la Caja de la Agrupación de Colonias Penitenciarias Militarizas de Dos Hermanas, por el importe de las gavillas de hierro no recuperadas por la Guardia Civil. Aunque Rafael había cumplido sobradamente la pena impuesta, siguió en prisión al no poder hacer frente al pago de la multa impuesta, pues todos los informes solicitados sobre la capacidad económica del encartado, daban como resultado una extrema pobreza y el llanto continuado de su esposa. Así, de esta manera, Rafael siguió en prisión hasta finales de diciembre de 1949, en el que se le concedió la libertad provisional; aunque la multa de 2.000 pesetas aún no había prescrito, por lo que en el caso de impago, tendría que pasar otros dos meses más en la cárcel. Marchó a Porcuna, donde se encontraba en mayo de 1950. ¡Sobrevivir!, esa fue la máxima de gente como Rafael.

Súplica de Rafael Villa Corpas
Súplica de Rafael Villa Corpas para conseguir el indulto


Pero, ¿qué fue de Manuel Barea Fernández?.  Manuel logró eludir el cerco de la guardia civil y huyó, primero a Huelva, donde se encontraba su mujer; luego, ... el silencio. Durante casi cuatros años fue declarado en rebeldía, hasta que el peso de la justicia franquista cayó sobre él, siendo detenido en Madrid e ingresado de inmediaro en la prisión de Carambachel en abril de 1953. El 19 de septiembre de 1953 es trasladado a Sevilla, siendo recluido. Por el delito de hurto y encubrimiento, el fiscal militar pidió una pena de 3.000 pesetas de multa, o en caso de insolvencia,  3 meses de prisión. El 9 de noviembre de 1953 consiguió el iliturgitano su libertad, abonando con creces su multa con varios meses de cárcel.

El hierro robado con un burro y un carro fueron 2.718 kilos, según la guardia civil, de los cuales fueron recuperados 2.700 kilos. Su valor, según informe pericial, ascendía a 4.975, 94 pesetas.

Los mejores años de la vida de estos jóvenes se les había había consumido entre cárceles, trabajo esclavo, hambre, enfermedades y pobreza generalizada. Once años después del final de la contienda incivil del 36, las secuelas del golpe de estado militar seguía ajustando las cuentas a aquellos que perdieron la contienda.

Declarción de insolvencia por el Juzgado de Porcuna de Rafael Villa Corpas
Declaración de insolvencia de Rafael Villa Corpas
El Canal de los Presos


FUENTES:

- Sumario nº 57.893, legajo 933/25.249 sobre Rafael Villa Corpas. Archivo Tribunal Militar Territorial Segundo de Sevilla. 
- Causa 873/48, legajo 672/9.727 sobre Rafael Villa Corpas, Salvador Carmona Martínez, Manuel Soriano Bayona, Manuel Rodríguez Reina y Manuel Barea Fernández. Archivo Tribunal Militar Territorial Segundo de Sevilla.
- ACOSTA BONO, G et alii (2004): El canal de los presos (1940-1962). Trabajos forzados: de la represión política a la explotación económica. Barcelona. Ed. Crítica.
- SCOTT, J (1986): "Everyday forms of Peasant Resistance", en Journal of Peasanta Studies, nº 2, citado en la obra de COBO ROMERO, FRANCISCO (1992): Labradores, campesinos y jornaleros. Córdoba, colección Díaz del Moral, p. 28.


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