LA DERECHA Y SUS MUERTOS: OTRA VEZ
Ayer recibimos el siguiente comentario a nuestra entrada con fecha de 14 de octubre de 2010; que nos gustaría compartir con los demás. Dice así: Perdoneme usted las victimas de este señor y sus familias lo saben muy bien y no hacen falta juicios ni mas zarandajas porque su represion la sintieron en sus carnes y no por cosas muy grandes sino por los odios que existen en los pueblos ni mas ni menos o por el simple hecho de decirles que no estaban haciendo bien las cosas te mandaban a los municipales y podias cumplir condena por desafecto a la republica si eso no es represion ¿que es para usted ser un represor? y un tanto de lo mismo para los asesinatos que se cometieron lo que tuvieron suerte fueron mandados a campos de trabajo(para mi campos de concentracion) y los que no fueron fusilados en el cementerio o en cunetas de cualquier carretera.una pregunta para estos investigadores ¿porque Ramos se sale de la corporacion en agosto del 36?¿sale o lo hacen salir?¿porque los derechistas lo defienden cuando es juzgado y no defienden a los demas?eso si creo que es ir al grano.Lo demas son unos nietisimos que quieren labar la cara a su tio abuelo que en su derecho estan y nos lo critico pero que no ensucien la memoria de otras personas para poder labar la suya. (sic)
Firma: Anónimo
Cementerio de Porcuna.
Lugar donde se produjeron los fusilamientos del 14 de diciembre
En primer lugar le agradezco que participe en este foro de debate; y aunque Ud no lo piense (por lo que escribe, evidentemente) pretendemos, en la medida de lo posible, acercarnos a los hechos que ocurrieron en esos años.
En segundo lugar me gustaría hacerle una serie de puntualizaciones:
1.- Todas las tragedias sufridas por los españoles durante la guerra civil y la posguerra, y el franquismo maduro son consecuencia de un golpe de estado cívico-militar de corte fascista. No fue la República quien provocó una guerra civil; si no los militares y los fascistas, en unión a la Iglesia. Las cosas claras.
2.- Los primeros asesinatos cometidos en España con posteridad al 18 de julio los provocan los golpistas, no los defensores de la República. Los primeros genocidios que se hacen en España, los hacen los militares y regulares (llámese Baena, Badajoz, Sevilla, … con miles de muertos); y no la República.
3.- La República se defendió del golpe como pudo, sin medios militares efectivos. El pueblo se levantó en armas contra los golpistas, defendiendo los derechos sociales y políticos conquistados. Al principio de manera desorganizada, luego creando el Ejército Popular. No es de extrañar entonces, que en una sociedad polarizada, en aquellas zonas aún leales a la república, los llamados “enemigos de clase” (patronos, militares, guardia civil, iglesia, falangistas y otros elementos derechistas) fueron perseguidos y asesinados. A la violencia azul, se les respondió con la violencia roja.
Lapidario franquista ubicado en la Iglesia de la Asunción (Porcuna)
4.- Lo dicho anteriormente es de carácter general. Ahora toca, si cabe, introducirnos un poco en la Historia local. Veamos:
a) Cada día tenemos más indicios de la participación de elementos derechistas, falangistas y militares retirados de Porcuna, tanto con Eduardo Quero (paisano nuestro, gobernador civil de Córdoba tras el golpe y verdugo donde los haya), como con elementos golpistas de Jaén. Los datos de los que disponemos nos indican que hubo concentraciones de derechistas en varias casas (especialmente la del Jefe de Falange). Otros derechistas se habían ya marchado a Córdoba, incorporándose inmediatamente al golpe; y cosas del destino, se localizó un depósito de armas en la sacristía de la Iglesia de la Asunción. Otras fuentes hablan del intento de salida de la Guardia Civil a la calle (creemos que con intención de hacer cumplir el Bando de Guerra), pero fue abortado por Guardias Civiles fieles a la república. Como mínimo sabemos que dentro había un destacado falangista local. En suma, no es de extrañar, que la policía municipal, único grupo armado, junto a los guardias de campo, en un principio intentaran mantener el orden y mantener la legalidad republicana.
b) En Porcuna comienzan las detenciones con posterioridad al 18 de julio. Las primeras personas detenidas son todos aquellos elementos destacados de Falange, militares retirados, y “pistoleros” de la patronal, junto a algunos miembros del clero (no todos como se piensa, porque a las hermanas de San José no se les tocó un pelo). En nuestra opinión, las detenciones se producen por dos motivos: el primero, “extirpar” la adhesión de los golpistas o suceptibles de serlo, al levantamiento militar, como estaba ocurriendo en otras partes; y en segundo lugar, a concentrar a dichos elementos en un solo punto para poder vigilarlos y evitar que fuesen ajusticiados por las gentes que iban tomando las calles, dando lugar a sucesos revolucionarios como la quema de santos, que no de iglesias (de este tema hablaremos otro día). De hecho, la situación tuvo que ser muy tensa, ya que el Comité de Defensa del Frente Popular, encabezado por Rafael Montilla, solicitó la presencia en Porcuna de los Guardias de Asalto de Jaén. En todo momento, vemos, se intentó acabar con los excesos y restablecer el orden perturbado (por el golpe). La llegada de los guardias de asalto sirvieron para apaciguar los ánimos, y de paso escoltar a una treintena de derechistas a la prisión de Jaén a principios del mes de agosto.
c) En Porcuna no se produce ninguna muerte violenta (que sepamos) hasta principios del mes de septiembre de 1936. Por estas fechas se habían constituido en Jaén varios batallones de milicianos que marcharon a los frentes de Córdoda al frente de dos diputados. Entre lo milicianos se encontraban mineros de Linares y La Carolina que se establecieron en Porcuna. Lo sabemos por varias fuentes consultadas, pero sobre todo por los expedientes de los consejos de guerra de posguerra. Estos milicianos endurecieron las condiones de vida del pueblo y les exigieron a las autoridades el encarcelamiento de más elementos derechistas o sospechosos. De hecho, fueron ellos los que encarcelaron a algunos derechistas, junto evidentemente elementos izquierdistas locales radicalizados por una situación de guerra (conocemos algunos nombres de ellos). Aunque no tenemos aún ninguna prueba documental, las informaciones orales nos apuntan a que el propio Rafael Montilla estuvo preso durante unos días por oponerse a estas detenciones arbitrarias. Rafael Montilla nunca fue amigo de los extremos, y menos aún de la violencia (las circunstancias eran las que había). Sirva como ejemplo la siguiente cita de Rafael tres días después de constituirse el primer ayuntamiento republicano (23.4.1931): “que un ayuntamiento por mucho dinero que tenga no puede resolver de plano la crisis del trabajo, y por lo tanto, (ex)cita a las minorías considerándolas como representantes de la clase patronal a que coloquen el mayor número de obreros en sus fincas advirtiendo que hay que pensar muy bien en el insignificante jornal que ganan de tres pesetas cincuenta céntimos y que si pronto no se pusiera remedio (a ello) con energía manifiesta, pudiera venir otro régimen de más fuerza y violencia que el actual, el Comunismo”. Es evidente que Rafael Montilla era un socialista moderado, y conocía bien los sucesos revoluciorarios del bienio bolchevique. Tampoco lo fueron gran número de concejales, como Manuel Cobo que salvó la vida de varios curas; o el propio Manuel Ramos Pino, de Izquierda Republicana, que se convirtió en un libertador de derechistas fuera de Porcuna aunque a él le dieron de premio varios años de cárcel.. Los hubo, sin duda, más radicales.
d) El primer muerto en Porcuna (cuando en Córdoba y Sevilla los sublevados habían ya cometido miles de asesinatos) es José Sánchez Ruiz, industrial, de 40 años de edad, y según la Causa General de Porcuna, “de derechas”. Esta misma causa dice que la muerte se produce en el cementerio de Porcuna el 2 de septiembre. Por el contrario, Sánchez Tostado, la fecha el 31 de agosto, en la sacristía de la iglesia. En los días posteriores, son fusilados los 11, 12 ó 13 “derechistas” en el Barranquillo. Las fuentes franquistas no se ponen de acuerdo de cuántos fueron los muertos allí; y hay que decir más, tampoco les importó mucho en la posguerra dilucidar lo que aconteció allí, y quiénes fueron los responsables directos de los crímenes, porque ello les sirvió para acusar y condenar a cientos de inocentes al paredón y a la cárcel. ¿Quiénes fueron los asesinos del Barranquillo?. Nos lo dice el propio Enrique Barrionuevo López-Obrero, destacado dirigente falangista de posguerra: “Que estuvo como chófer de los mineros (Lucas Fortado) que fueron a Porcuna en plan de matones, y aunque no lo ha visto sabe que con ellos iba a todos sitios. El día 3 de septiembre de 1936 iba conduciendo a los mineros encargados de asesinar a 14 personas, lo que realizaron en el sitio denominado como El Barranquillo” (Expediente Procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº 36.401 contra Lucas Fortado Cañete. Archivo Militar Segundo de Sevilla, legajo 84, nº 6). Esta aseveración, que se lee entre líneas en muchos expedientes, no la digo yo, si no el todopoderoso Enrique Barrionuevo López-Obrero, Secretario y Delagado de FET y de las JONS en una declaración ante un juez militar en Córdoba. Por lo tanto, no creo que fuese por orden del Frente Popular de Porcuna la comisión de dichos asesinatos, y menos aún, que participasen directamente paisanos de Porcuna en los mismos.
e) En los siguientes meses se producen varios asesinatos individuales en varios parajes, que con toda seguridad respondan a inquinas personales. Sus asesinos, presumiblemente, sean paisanos de Porcuna. Por el momento solo tenemos certeza de la autoría de uno, el asesinato de Antonio Pérez Santiago el 21 de noviembre de 1936, de dos disparos cerca de la taberna del “Motoso”, que responde a una venganza personal por la muerte y violación de una de las hermanas (con anterioridad puse hijas, siendo evidentemente una errata) del autor de los hechos; la violación de otra y el intento de violación de una tercera.
f) El segundo suceso sangriento que se produce en Porcuna, son los fusilamientos del cementerio el 14 de diciembre de 1936. Las fuentes tampoco se ponen de acuerdo en el número de fallecidos. Unas hablan de 10, 11, 12, 13, incluso de 14. Se trata en la mayoría de los casos de propietarios, incluyéndose un médico y un cura. Políticamente estaban vinculados a la CEDA o a Renovación Española. La saca de presos parece escogida entre los que se encontraban en el Castillo y sobre aquellos que se habían significado políticamente de alguna manera durante el bienio negro republicano (se incluye un concejal cedista y un presbítero). Los motivos o razones de estos asesinatos, tras un otoño relativamente calmado, puede que responda al primer bombardeo de la aviación fascista, que se produce el 14 de diciembre de 1936. Dicho bombardeo provoca varias muertes entre la población civil, exaltando los ánimos entre las gentes. Otro motivo puediera ser la relativa cercanía ya del frente de batalla, así como las noticias de los excesos que estaban cometiendo los “moros” y requetés en pueblos como Baena (en varios diás son ejecutados de un tiro en la cabeza más de 700 personas), Castro del Rio, …; o bien a la llegada masiva de refugiados y personas más radicalizadas del anarquismo. Aún así, las informaciones de las que disponemos apuntan que los asesinos fueron de Porcuna, eso sí, un grupo de no más de 5 milicianos. Aunque pensamos que el Frente Popular no tuvo nada que ver en estas muertes, por la discrecionalidad con la que se llevó a cabo, aún es pronto para afirmarlo con rotundidad. El propio Alcalde-Gestor durante la guerra, Antonio Gallo, afirma que no sabe quién cometió estos asesinatos, ni quien los ordenó, aunque evidentemente supone (supone, ojo!!) que fue el Comité de Guerra del Frente Popular. Los fusilados en el cementerio fueron recuperados tras la guerra de la fosa donde yacían, y sus restos descansan en la cripta de la Iglesia de la Asunción. Allí pueden ir a velarlos sus familiares, cosa que los demás no podemos hacer con los nuestros.
g) En total, paisanos o vecinos de Porcuna, fueron 29 personas las asesinadas en Porcuna o su término. Hubo otras, pero es difícil determinar su autoría por la gran cantidad de “paseos” que se daban desde un pueblo a otro.
Monolito dedicado a los represaliados franquistas.
El Barranquillo (Torredonjimeno)
Éstos son los datos y las cifras; y desde luego pensar que los asesinatos llevados a cabo en Porcuna contra los derechistas o supuestos desafectos al régimen fueron ordenados o perpretados por Rafael Montilla y otros miembros del Frente Popular, nos parece un verdedero disparate. Por el contario, la muerte del último alcalde republicano en los alrededores de Baza a principios de 1940, fue un asesinato más, que en nada se diferencia a los perpretados por los “rojos”. Llama la atención, sin ser “nietísimos”, que de Rafael Montilla García haya quedado tampoca documentación. Sabemos que se le instruyó en Baza expediente sumarísimo de urgencia, al igual que a sus acompañantes, pero todos parecen haber desaparecido por arte de magia. Hemos movido Roma con Santiago para localizarlos, tanto en Granada, Almería como Sevilla. ¡Nada!, desaparecidos o hechos desaparecer por aquellos que se acercaron a la prisión de Baza desde Porcuna a darle muerte. Una lástima, sin duda, porque de los interrogatorios a los que fue sometido hubiésemos conocido muchos de los hechos acaecidos en Porcuna durante aquél verano y otoño de 1936.
Y ahora nos toca preguntar a nosotros: ¿quiénes son los responsables o asesinos de cerca de 200 porcunenses republicanos o no durante la posguerra?. ¿Quiénes son los reponsables o inductores a que más de la mitad de la población porcunense haya vivido en primera persona la cárcel, la depuración política, el escarnio, las torturas, las violaciones, el hambre, el exilio, el destierro, los trabajos forzados, o la propia guerra?. ¿Cuántas madres e hijos han llorado a seres queridos?. ¿Quiénes son los culpables de tanto odio y rencor?.
Contésteme si le parece y le apetece, tampoco estamos en una competición.