LEER: Desde los que hacemos posible Todos los Nombres de Porcuna, quisiéramos pedir disculpas a todas aquellas personas que se han puesto en contacto con nosotros a través de e-mail o facebook solicitando información sobre sus familiares, y que a día de hoy no les hemos contestado. Creo que son unas 25 peticiones las que tenemos sin atender, pero es que los medios de los que disponemos son escasos y el trabajo se nos acumula.

Gracias por vuestra paciencia, y esperemos contestar a vuestras peticiones lo antes posible.


- El monumento a la intolerancia y al fascismo se renueva en Porcuna (Jaén)
- El monumento a los "Caídos" sufre una gamberrada.
- Por la retirada de nombres y símbolos franquistas de Porcuna.
- Calles relacionadas con el franquismo y su exaltación en Porcuna
- La peculiar memoria histórica en Porcuna.

lunes, 14 de marzo de 2011

Inauguración de los muros de la Memoria en Córdoba


  El Ayuntamiento de Córdoba, CECOSAM, y las Asociaciones Foro por la Memoria de Córdoba, Foro Ciudadano por la Recuperación de la Memoria Histórica de Andalucía y Ágora del Pensamiento Social, tienen el honor de convocar a todos los ciudadanos y ciudadanas a la inauguración en los cementerios de La Salud y San Rafael de Los Muros de La Memoria, en homenaje a las victimas de la represión franquista en Córdoba.

Recordemos que en esta ciudad, así como en la provincia, fueron ejecutados sumarísimamente 44 paisanos o vecinos de Porcuna.

Fecha: 18 de marzo de 2011

Hora y lugar:

a las 11:30 h. Cementerio de La Salud
a las 12:30 h. Cementerio de San Rafael

LISTADO NOMINAL DE PORCUNENSES FUSILADOS EN CÓRDOBA

9-ENERO DE 1937

  1. Manuel Cañete Romero, 49 años, depositario del Ayuntamiento.

11-ENERO-1937

  1. Benito Gordillo López, chófer, 64 años.
  2. Carmen Coca Moreno (esposa deL anterior), 60 años, sus labores.
  3. José María Quero Sánchez, 33 años, jornalero.
  4. Juan Pérez Ortega. Natural de Lahiguera, residente en Porcuna, 58 años, jornalero.

13-ENERO-1937
  1. Juan Peláez Guardia, 36 años, jornalero.

15-ENERO-1937

  1. Francisco Millán Quero, 41 años, campo.
  2. Juan Lendines Lendines, 50 años, vaquero.

16-ENERO-1937

  1. Pedro Romero Ruano, 28 años, campo.
  2. Antonio González Moreno, 40 años, campo.
  3. Bartolomé Teruel Palomares, 42 años, panadero.
  4. Benito Bellido González, 32 años, barbero.
  5. Juan Torres Ramos, 52 años, industrial.
  6. Otilio Arroyo Casado, ferroviario.

19-ENERO-1937

  1. José Carrasco Ruiz. Natural de Lopera, residente en Porcuna. Jornalero.
  2. Juan Morales Marina. Natural de Higuera de Calatrava, vecino de Porcuna. Abogado. 49 años.

20-ENERO-1937

  1. Benito Raya Ruiz, 46 años, zapatero.

22-ENERO-1937
  1. Manuel Guerrero Quero, 54 años, jornalero.
  2. Modesta Piñar de Torres, 61 años, sus labores.
  3. Eulogio Bellido Pérez, 40 años, jornalero.

27-ENERO-1937

  1. Juan Casado Cobos, 52 años, jornalero.
  2. Luis Garrido Heredia, 55 años, jornalero.

2-FEBRERO-1937
  1. Alberto Herrera López, 47 años, jornalero.

4-FEBRERO-1937

  1. Gabriel Álvarez Jiménez, 49 años, cartero. Castelldeferro, Granada. Vecino de Porcuna.

5-FEBRERO-1937

  1. Martín López Elvaz. Ferroviario.

11-FEBRERO-1937

  1. Antonio Baudel(t) Casado. Jornalero, 75 años.
  2. Moisés Sánchez Garrido. Natural de Alcalá la Real, vecino de Porcuna. Jornalero.

15-FEBRERO-1937

  1. Felipe Moreno Herrera. Jornalero, 62 años.
  2. Manuel Márquez Camuña, medigo (sic), 71 años.

17-FEBRERO-1937

  1. Francisco Torres Navarro, campo, 62 años.
  2. Juan Torres Navarro, campo, 45 años.

18-FEBRERO-1937
  1. Antonio García Moreno, 25 años, jornalero.

7-ABRIL-1937
  1. Manuel Piñar López (de / Torres), 44 años, barbero. ¿Hermana de Modesta Píñar de Torres?.

20-ABRIL-1937

  1. Juan Jurado Fernández, 30 años.

8-ENERO-1938
  1. Manuel Vallejo Peláez, 51 años.
  2. Manuel Casado Quero, 63 años, jornalero.

18-ENERO-1938

  1. José Alguacil Cobo. Fusilado en Almedinilla.

28-ABRIL-1939

  1. Juan Bautista Ruano Muñoz, "Bautista". Albañil, 43 años.

20-FEBRERO-1940

  1. Pablo Barja Peláez. Afilador, muerto en la cárcel.

27- DICIEMBRE- 1940


3-JUNIO-1941.

42.- Lucas Fortado Cañete, chófer.



Fuentes y bibliografía:

Hidalgo Luque, Patricio "La Guerra Civil en Córdoba 1936-1939" http://www.laguerracivilencordoba.es/.
De Córdoba Ortega, Santiago: "Geografía de la represión criminal franquista: Todos los nombres de Jaén (1936-1952)" (manuscrito).
Moreno Gómez, Francisco (1985): La guerra civil en Córdoba: 1936-1939. Alpuerto S.A.
Moreno Gómez, Francisco (2008): 1936: el genocidio franquista en Córdoba. Crítica.
Expedientes de Responsabilidades Políticas. Jaén (varias consultas).



domingo, 13 de marzo de 2011

¿Asesinato o suicidio?. IV PARTE

 Iglesia de Jesús: cárcel de hombres y mujeres durante la posguerra.

Oficialmente el asunto sobre el “presunto” suicidio había quedado cerrado, atado y bien atado. Los testigos presenciales de los hechos, sus carceleros, cuando ya había pasado la resaca del crimen y de la “victoria”, padecieron noches interminables de insomnio, de pesadillas, de fantasmas que volvían a rendirles cuentas. Los más cobardes, aquellos que no se enfrentaron a su propia consciencia, se escondieron detrás del rosario, la devoción, el martilogio, y la expiación de culpas pasadas. Al fin y al cabo, había argumentos de sobra que justificaban estas actuaciones contra los anti-España. Además, ¿qué podían temer?, ¿quién les iba a pedir cuentas o responsabilidades?. Porcuna, sus gentes, sus moradores, padecían de amnesia colectiva por el miedo, el terror, y la brutal represión política, ideológica o de clase, que se estaba llevando a cabo. Las cárceles estaban a rebosar, y ni los niños, siempre curiosos, fisgones, se acercaban por la iglesia de Jesús o la Torre-Castillo. Entre sus muros, en unas condiciones infrahumanas, se agolpaba el “rojerío” de la ya desaparecida República. Ellos, los carceleros, serían los encargados de construir el Nuevo Estado, y éste, generoso, los dejó emplear todos los medios a su alcance, aunque fuesen de dudosa religiosidad cristiana. Así las cosas, ¿qué pasó realmente, se suicidó o fue asesinado a manos de sus carceleros y verdugos?.
JUAN DE MATA CESPEDOSA
Juan de Mata Cespedosa del Pino, Subjefe de la Policía Municipal de Porcuna durante la República, y asesinado en la Torre Nueva en 1940.

Nuestro supuesto suicida, al igual que otros célebres protagonistas, no quiso despedirse de la Historia, sin escribir una página en ella. Setenta y dos años han pasado desde aquél triste suceso de un 31 de julio de 1939; en el que los protagonistas propagaron el bulo, el enredo y la “versión oficial de los hechos”. Casi tres cuartos de siglo donde las únicas referencias reposaban nebulosas en las mentes de sus coetáneos, para pasar luego a engrosar la ya colmatada leyenda negra de la guerra y la posguerra. Tal fue la confusión que propagó el régimen victorioso, que durante la posguerra fueron varias las personas que se “tiraron” desde la Torre, aunque nosotros, por el momento, solo tenemos a nuestro protagonista. Entre los supuestos suicidas cabe mencionar al Subjefe de la Policía Municipal durante la República, Juan de Mata Cespedosa del Pino, “Trepaollas, que procedente de uno de los campos de concentración de Almería, moriría violentamente en Porcuna, en la Torre Nueva, un 14 de octubre de 1940. Otro de los que ha quedado fosilizado en las consciencias de las gentes de Porcuna fue Antonio Gallo Quero, “El Hijo del Gallo, manigero de Hermenegildo”, del que se contaba que fue arrojado desde la terraza de la Torre, ya que como él era “gallo”, sabría volar (sic). Nuestras fuentes, por el contrario, dicen que Antonio Gallo Quero sería uno de los fusilados en Jaén el 11 de agosto de 1944, salvo que en su expediente de Consejo de Guerra, nos llevemos alguna sorpresa cuando lo consultemos.

También nos han legado nuestros ancianos un diálogo que sí tiene fundamento, una vez corroborada las fuentes de procedencia. Dice así:

¡Rafalito!, ¿por qué se cayó tu padre de la torre?. 
Porque no sabía volar” – dijo él, con naturalidad -

Efectivamente, este niño, Rafalito, que nació póstumamente, según creemos, es el hijo de nuestro despeñado biografiado.

Continuará ...

sábado, 12 de marzo de 2011

¿Asesinato o suicidio?. III PARTE

Continuación I y II PARTE.

Torre Nueva (Porcuna)

El falangista Manuel Gascón Toribio, a las preguntas de José Luis Roldán contesta entre otras cosas, que el detenido fue conducido al arresto municipal de la Torre, aproximadamente sobre las 20,15 horas, y que lo entregaron a la guardia de alli. “Cinco munitos despúes (sic) de haberlo dejado en el castillo tuvieron la noticia de que se había arrojado por una de las ventanas del mismo falleciendo en el acto (según esta declaración la muerte se habría producido sobre las 20,20 horas, cuando la autopsia y resto de la documentación consultada por nosotros nos dan las 21,30 de la tarde-noche cuando acaecieron los hechos)”. Manifiesta por otro lado, que la guardia del castillo estaba a cargo esa tarde de Manuel Sánchez, “El Sastre” y Andrés Moreno Morales. A la pregunta de cuáles fueron los motivos que indujeron al suicidio, respondió que serían “los hechos delictivos que cometió en esta ciudad durante el dominio rojo”.

Por su parte, uno de los guardianes de aquella tarde, Andrés Moreno Morales de 24 años de edad, dice que “sobre las 21,00 horas aproximadamente le hicieron entrega del detenido (...) con la orden de mantenerlo incomunicado, y que procedió inmediatamente, en unión del falangista Rafael Moreno Ruiz a su conducción a encerrarlo en una de las habitaciones del piso primero (...) sin advertirle al detenido señales exteriores de excitación que le indujeran a suicidarse (¡). A los pocos minutos de haber quedado el detenido incomunicado en la referida habitación, sintieron un porrazo grande, abrieron la puerta de la misma, y ya el detenido no se encontraba en la habitación, creyendo el dicente que el porrazo fue debido a la caida de un tablón que había para evitar la entrada en la parte inferior de la ventana”.

Porcuna en la posguerra. Paisanos, falangistas, "moros" y militares.

Finalmente, el juez Militar, en sus conclusiones, tras “recabar” toda la información y comprobar el estado de la celda, corrobora las afirmaciones de los actores de esta trama, aportando como novedad, si cabe, que del resultado de la autopsia se desprende de la misma“que no hubo malos tratos de obra al detenido” (¿tuvo que haberlos?).

Finalmente, el auditor de guerra cierra el asunto al no apreciar responsabilidad penal alguna.
Continuará ...

jueves, 10 de marzo de 2011

¿Asesinato o suicidio?. II PARTE




Nuestro Juez Militar, Sr. Amador Roldán, sigue con el esclarecimiento de los hechos que precedieron a la muerte, por orden del Auditor de Guerra, como veíamos anteriormente, algo poco habitual en estos casos, ya que la muerte era una rutina más en los días posteriores al final de la guerra. El Jefe de la Cárcel en esos días era nuestro también conocido Fernando Lupiáñez, “El Vinagrero”, que afirma por escrito que desconoce cuándo ingresó en prisión nuestro “suicida” y cuál fue la autoridad que ordenó su ingreso. Por el contrario, el sargento de la Guardia Civil, nos dice sobre el mismo: “es autor de saqueos, requisas, quema de imágenes, detenciones de personas de derechas, asistiendo a los fusilamientos de 27 de éstas que se asesinaron en el Barranquillo y el Cementerio (recordemos que la Causa General de Porcuna (1941) recoge solo 24 fusilados y no 27 como asevera el sargento). Estaba afiliado al Partido Comunista dedicando gran actividad a la propaganda antifascista, y fue miliciano voluntario con armas. En las últimas horas de la tarde del día 31 del anterior (julio) llegó a ésta conducido por individuos de Falange (¡) de Los Villares quedando detenido en una habitación del Castillo en concepto de incomunicado. Inmediantamente de quedarse solo en dicha habitación se arroyó por una ventana de la misma al exterior del edificio falleciendo a consecuencia del golpe recibido. Esta resolución, sin duda la adoptó (ahora el sargento también hace de juez) por la responsabilidad que sobre él pesaba ante la cantidad de delitos cometidos y de los cuales no va a responder ante la justicia (algo evidente) pues sábese que no existió otro móvil que le condujera a suicidarse (¿cómo sabría el sargento que el suicidio era motivado por los “crímenes” cometidos?)”.

Detalle de la ventana de la Torre Nueva por donde cayó el reo


Pocos días después, el Jefe de Falange, Javier Morente Garrido, respondía a la instancia del Juez Militar, entre otras acusaciones, de la siguiente manera: “en la noche del 14 de diciembre de 1936 intervino en los asesinatos cometidos a 14 personas de derechas (la Causa General de Porcuna (1941) solo recoge 12, y el Sargento habla de 27) en el cementerio de esta localidad, siendo el que más se distinguió por su crueldad” (suponemos que el Sr. Morente habla de oidas, pues él por esas fechas estaba preso del bando rojo).

En la declaración del por entonces Jefe de Información e Investigación de FET y de las JONS, Sr. Enrique Barrionuevo L. Obrero se dice que llegó a la ciudad “conducido por un falangista de Los Villares (recordemos que el sargento decía que eran varios los falangistas) el día 31 de julio en el coche de línea sobre las veinte horas, siendo trasladado inmediatamente a la oficina de Información e Investigación (...) para tomarle los datos de filiación (documento, por otro lado, que no aparece en el expediente, además de que el preso debería haber pasado por el cuartel de la Benemérita, y no la sede de Falange), y formalizar la denuncia, en cuya operación se invirtió unos diez minutos, sin que fuese molestado por ninguno de los agentes (anoten esto, porque parece que era común “molestar” a los detenidos; o bien, dejar claro ante el teniente que ellos no tuvieron nada que ver en su muerte), y cuya denuncia no pudo ser entregada en el juzgado militar por no ser horas de oficina (¡curioso!, porque el Juez Militar, Sr. Amador Roldán, a los diez minutos de producirse el despeñamiento del detenido, ya sabía lo ocurrido, según consta en el expediente), siendo conducido el detenido a la torre del castillo, que es el depósito municipal, por los falangistas Victoriano León López, Matías Ruano Ortega y Manuel Gascón Toribio, con orden de mantenerlo incomunicado hasta que se pusiera a disposición del juez militar”. Barrionuevo L. Obrero continúa diciendo en su declaración: el reo le “había manifestado repetidas veces en la oficina de Información, cuando se le comunicó que pasaba detenido al depósito municipal sus deseos de ir sin esposas (¡), que se comprometía a meterse solo en la cárcel sin que nadie le acompañara. Que ignora los motivos que le indujeron a suicidarse, como no sea responder con sus múltiples hechos vandálicos a la acción de la justicia”.

Continúa ...

miércoles, 9 de marzo de 2011

¿Asesinato o suicidio?. I PARTE

 ¿Asesinato o suicidio?. I

Sobre las 21,30 horas de una tarde tórrida y vespertina del 31 de julio de 1939, encima de un montón de escombros, aparecía el cuerpo sin vida de un hombre de unos 40 años de edad, arrojando sangre por el cráneo, boca, nariz y oidos. Éste yacía a la altura del número 24 de la calle Castillo, habiendo descendido de forma violenta desde la ventana de la planta primera de la Torre Nueva, a la sazón, presidio en aquellos días de las personas que provenían del “campo rojo recientemente liberado”. 
 

Torre Nueva en la actualidad a lo que fue la Calle Castillo

Los acontecimientos se precipitan. Transeuntes y curiosos dieron la voz de alarma al recién llegado Teniente Provisional José Luis Amador Roldán, instalado muy cerca de allí, en el antiguo palacete de la familia Funes. Éste, atónito, y ante la evidencia de que la muerte ha sido presenciada casi en directo por demasiadas personas, decide abrir diligencias previas sobre el asunto, tras breve conversación telefónica con el Auditor de Guerra, apremiando al juez municipal, Sr. José Robles y Robles a que levantese el cadáver e identificase al fallecido. El Juez se personó en el lugar, asistido por el Secretario, Sr. Juan Soriano Rodríguez y el médico Sr. Anselmo Hernández Conde. En el registro al sujeto, en su blusa, encontraron una cartera que contenía tres salvoconductos expedidos a nombre del difunto, dos billetes de a peseta del Banco de España, un recorte de periódico, una cajetilla de tabaco de 0,40 y otra media de la misma clase; un estuche de papel de fumar “Alcoy” y un “pañuelo moquero”. Con esos documentos y otras informaciones aportadas por “personas de conocimiento” (sic) nuestro honorable Sr. Robles llevó a cabo la identificación del sujeto fenecido a sus pies. Por su parte, el facultativo Hernández Conde, certifica lo evidente, que el reo había muerto muy posiblemente por el golpe producido tras su caída desde la Torre.

Palacete de la Familia Funes, sede del Juzgado Militar.


La autopsia realizada el día posterior en el cementerio municipal por los médicos (¿forenses?) Sr. Hernández Conde y auxiliado por nuestro ya conocido Sr. Funes Pineda, que apenas duró cuarenta minutos, se apreció un hematoma en la región temporo-parietal derecha y rostro ensangrentado por hemorragia de oidos, boca y nariz; fracturas en los hombros; heridas en un pulmón producidas por la rotura de las costillas 3ª, 4ª y 5ª. “El corazón se encontró exagüe y el estómago vacío”. La muerte, según los pruritos “fue instantánea producida por las lesiones” descritas anteriormente y “causadas por el golpe recibido sobre el suelo al lanzarse por una altura”. En suma, y según los partes oficiales de los detentadores del poder en esos momentos en Porcuna, nuestro infeliz protagonista de esta historia se había suicidado, arrojándose por la ventada de la primera planta de la Torre, que sin duda, no debió estar tapiada o enrrejada. Testigos de su inscripción en el registro civil de defunciones fueron Manuel Moreno Ramos y Manuel Ruano Ortega.

El cementerio de Porcuna en la actualidad.